
Luego de varios meses con incrementos constantes en los precios, Yucatán registró en abril una baja del 0.6 por ciento en la inflación, un comportamiento atípico que contrasta con el aumento del 0.3 por ciento a nivel nacional, de acuerdo con el informe mensual del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), capítulo Yucatán.
Este alivio temporal en los precios representa apenas la segunda vez en el último año que los indicadores favorecen al bolsillo de las familias yucatecas. No obstante, el panorama económico en el estado sigue siendo desafiante, especialmente para los sectores con menores ingresos.
Inflación aún elevada
Pese a la baja registrada en abril, la inflación anualizada —que mide el aumento acumulado en los últimos 12 meses— se mantiene alta en Yucatán, con 4.6 por ciento, por encima del promedio nacional de 3.8 por ciento. Este diferencial, advierte el IMEF, impacta directamente en los gastos cotidianos de los hogares yucatecos, quienes enfrentan dificultades crecientes para cubrir necesidades básicas como alimentación, transporte y servicios.
“El entorno inflacionario aún es complejo. Aunque los precios bajaron en abril, el costo de vida en Yucatán sigue siendo relativamente alto para muchas familias”, señaló Isaías Marrufo Góngora, presidente del IMEF en la entidad.

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Crecimiento económico
En contraste con la inflación, el Producto Interno Bruto (PIB) de Yucatán creció un 3.2 por ciento, muy por arriba del promedio nacional, de apenas 0.2 por ciento. Este impulso económico, explicó Marrufo Góngora, se debe principalmente al dinamismo de los sectores terciarios, como el turismo, la educación y los servicios de salud, que crecieron 3.4 por ciento en el estado.
Vivienda cara, salario bajo
El informe también destacó un desajuste estructural entre ingresos y costos de vivienda. Yucatán ocupa actualmente la cuarta posición nacional en precios de vivienda, mientras que en niveles salariales se ubica en el lugar 13.
“Este desequilibrio genera una presión considerable sobre las familias, tanto para quienes rentan como para quienes aspiran a comprar una vivienda”, advirtió el IMEF.
En el contexto nacional, el reporte del IMEF advierte señales de desaceleración económica, con una inflación estable en 3.8 por ciento y un bajo crecimiento del PIB. Aunque se anticipa una posible reducción en la tasa de referencia del Banco de México —actualmente en 8 por ciento—, el comportamiento de la inflación será determinante para definir las condiciones financieras de los próximos meses.
“El principal reto para el sector privado es mantener el dinamismo económico frente a la incertidumbre. Necesitamos condiciones de certeza para seguir generando empleo y crecer sin perder competitividad”, concluyó Marrufo Góngora.