
Muchas personas aún se preguntan qué ocurrió con la captura del pepino de mar. Según empresarios y líderes pesqueros de la región, esta actividad fue una fiebre que duró apenas cinco años, pero dejó un fuerte impacto ambiental.
Con el tiempo, los pescadores comprendieron que estaban agotando una especie clave para la limpieza del mar, por lo que su captura fue suspendida, al poner también en riesgo al caracol, la tortuga, el mero, el pulpo y la langosta.
El empresario Manuel Sánchez Massa, de la congeladora Rodri en Río Lagartos, explicó que la extracción del pepino vivió su auge en 2012, causando una rápida disminución de la biomasa marina en la zona.
“Fue una pesca descontrolada que amenazó el equilibrio ecológico y, como última opción, se tuvo que cancelar para proteger los demás recursos marinos”, afirmó el empresario.
Antes de esa fiebre, el pepino de mar era una especie ignorada en México. Sin embargo, la alta demanda del mercado asiático, donde es considerado un manjar que alcanzaba precios de hasta 300 dólares por libra, provocó un auge desmedido. En los primeros días de captura se extrajeron hasta 14 toneladas métricas, lo que dio paso a una explotación irracional.
El exceso de captura colapsó rápidamente la pesquería. Además de agotar los pepinos de mar, los buzos también arrasaban con especies que encontraban en su camino, afectando gravemente a otras pesquerías esenciales para las comunidades costeras.
Peligro de extinción
Actualmente, al menos 16 especies de pepino de mar están en peligro de extinción en todo el mundo. Su desaparición podría afectar seriamente la biodiversidad, el reciclaje de nutrientes e interrumpir la cadena alimenticia. Por ello, se estima que su recuperación total podría tardar más de 10 años.
A pesar de la suspensión oficial de la pesca del pepino de mar, la falta de vigilancia y la aplicación limitada de la ley han permitido que algunos buzos continúen su extracción de forma clandestina, afectando aún más a la especie.
Sánchez Massa concluyó: “Así como los zopilotes limpian la tierra, los pepinos de mar limpian el fondo marino. Si acabamos con ellos, el mar enfrentará serios problemas, y con ello, se pondrán en riesgo todas las demás pesquerías”.