
En Yucatán, el acto de heredar suele posponerse hasta que es demasiado tarde. La idea de hablar de la muerte incómoda, pero la realidad es que la falta de un testamento puede convertir la herencia en un proceso largo, costoso y doloroso para las familias.
Hoy, el costo regular de este trámite ronda los 7 mil pesos, pero septiembre se ha convertido en la ventana más accesible para poner los bienes en orden: durante el Mes del Testamento, los costos se reducen a 2 mil 200 pesos, e incluso a 2 mil pesos para sectores clave como los adultos mayores, personal médico, policías, bomberos y trabajadores operativos.
“Este programa permite ahorrar más de la mitad del costo normal y, sobre todo, evita que los bienes queden sujetos a disputas legales interminables”, explica exclusiva para POR ESTO! Raúl Pino Navarrete, presidente del Colegio Notarial de Yucatán, quien detalla que esta campaña nacional busca fomentar la cultura testamentaria y facilitar que más ciudadanos accedan a un trámite que puede transformar la forma en que una familia enfrenta la pérdida de un ser querido.
¿Qué tipos de testamentos hay en la entidad?
En la entidad se utilizan principalmente dos modalidades: el testamento público abierto y el ológrafo.
El primero, que se realiza ante notario público y dos testigos, es el más seguro y recomendable. Permite que, en caso de fallecimiento, la sucesión se tramite directamente en la notaría sin pasar por tribunales, resolviéndose en dos a tres meses cuando no hay controversias ni herederos menores de edad.
En cambio, el testamento ológrafo —escrito a mano por el testador y depositado en el Archivo Notarial— carece de asesoría legal, puede perder validez si se abre indebidamente y deja muchas veces a los herederos sin claridad sobre su contenido. Aunque es gratuito y puede resultar una opción accesible, conlleva mayores riesgos.
“El testamento público abierto es el más seguro. Si no hay menores de edad entre los herederos ni controversias, todo el proceso puede resolverse en dos o tres meses en la notaría, mientras que en los juzgados puede tardar mucho más tiempo”, señaló Pino Navarrete.
El proceso: sencillo, personal y revocable
Contrario a la creencia popular, el testamento no exige presentar escrituras ni facturas al momento de su firma. Basta con la identificación oficial del interesado y datos generales de los herederos: nombre completo, estado civil, fecha y lugar de nacimiento, nombre de padres y cónyuge, y su RFC.
Antes de la firma, el notario sostiene una entrevista previa para orientar sobre las implicaciones legales y, posteriormente, fija una cita con dos testigos para formalizar el documento.
“El testamento es un acto personalísimo y revocable: sólo el interesado puede otorgarlo y modificarlo cuantas veces lo desee en vida. Es una de las pocas decisiones legales que no se pueden delegar”, subraya Pino Navarrete.
Un punto clave es la designación del albacea, quien será responsable de administrar los bienes, cobrar rentas, continuar con juicios pendientes y presentar el inventario y avalúo de la herencia.
En la mayoría de los casos, los yucatecos eligen como heredero universal al cónyuge, y en su ausencia, a los hijos en partes iguales. Esta práctica es conocida popularmente como “testamentos cruzados”, aunque jurídicamente no existe esa denominación.

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Raúl Pino Navarrete recomendó a los yucatecos no dejar este trámite para el final del mes, ya que la alta demanda puede generar retrasos. “Otorgar un testamento en septiembre no sólo significa un ahorro de más del 50%, sino también la tranquilidad de que, en caso de una eventualidad, los bienes serán repartidos conforme a la voluntad del testador, sin pleitos familiares ni procesos interminables en tribunales”, concluyó.
Convenio estatal y campaña de difusión
Por su parte, el consejero jurídico del Gobierno del Estado, Gaspar Alemañy Ortiz, informó que este año se mantendrá el costo base de 2 mil 200 pesos y la tarifa preferencial de 2 mil pesos para adultos mayores, personas con discapacidad, personal de salud y cuerpos de seguridad, gracias a la disposición del gremio notarial y a que el Gobierno exentará el pago de derechos de escrituras públicas, representando un ahorro adicional
“El testamento no es sólo un papel, sino un instrumento que brinda certeza al patrimonio familiar. No se trata de pensar en la muerte, sino de prever. Cuando alguien fallece sin testamento, la familia enfrenta procesos judiciales que pueden durar más de un año, consumir recursos y desgastar emocionalmente”, señaló Alemañy Ortiz.
La firma del convenio con el Colegio de Notarios se realizará estos días, y el decreto será publicado antes de que finalice agosto para que el programa entre en vigor desde el 1 de septiembre.
Este año, además, se lanzará una campaña de difusión más amplia, con nueva identidad gráfica y mayor presencia en medios, para que más yucatecos se sumen.
La recomendación clave: desde los primeros días
Tanto las autoridades como el gremio notarial coinciden en que el principal error de la población es esperar hasta el final de septiembre, cuando la demanda en notarías se incrementa notablemente.
“La recomendación es anticiparse, iniciar el proceso en los primeros días del mes y no dejarlo para la última semana, cuando las agendas suelen saturarse”, indicó Pino Navarrete.
Otorgar un testamento, enfatiza el líder notarial, es una forma de heredar paz y seguridad: “Más allá del ahorro, se trata de proteger a la familia, evitar conflictos y garantizar que los bienes se distribuyan según la voluntad de cada persona”.