
En lo profundo del monte, entre bejucos y hojas secas, nacen verdaderas obras de arte gracias a las manos bendecidas de María Marbella Tax Ucán, una artesana originaria de Kabichen, a más de 30 kilómetros de la cabecera municipal.
Desde hace más de 23 años, Marbella transforma el bejuco, una fibra silvestre que ella misma recolecta en el monte alto, en artesanías únicas como canastas, floreros, cunas, tortilleras, lámparas, jaulas decorativas, elefantes, pescados, árboles de Navidad y adornos para bodas y bautizos.
Lo que hoy es su medio de vida y sustento para su familia, comenzó como un acto de fe. Un día, mientras buscaba leña, descubrió la resistencia y el potencial del bejuco. Guiada por su intuición y su fe, comenzó a experimentar sola hasta crear adornos y artículos utilitarios.
Para conseguir la materia prima, Marbella se adentra con sus nueras al monte alto, enfrentando riesgos como víboras y garrapatas. Trabaja con sac ac’, anicab y ek’ix, fibras que requieren tratamiento especial como el sancochado.
Además de criar sola a sus cuatro hijos, Marbella transmite sus conocimientos a sus nueras y ha ampliado su creatividad con la palma de huano, elaborando sombreros, grillos, culebras, caracoles y bultos.
Su hogar, rodeado de naturaleza y figuras artesanales, refleja su talento y dedicación. Sin embargo, enfrenta la falta de acceso a tecnología y la dificultad para salir de su comunidad, por lo que pide apoyo para dar a conocer y vender sus artesanías a un público más amplio.
Contacto: 9861067946.