En Mérida, la manera de despedir a los seres queridos ha cambiado en la última década. La ciudad ha visto duplicarse el número de funerarias, pasando de menos de una docena a 24 establecimientos, ofreciendo ahora un abanico que va desde servicios básicos de inhumación por 6 mil pesos, hasta paquetes integrales de hasta 60 mil pesos.
Este crecimiento refleja una nueva realidad: la ciudadanía tiene más opciones, mientras las empresas buscan modernizarse y mejorar su atención para mantenerse competitivas.
Fernando Guillermo, presidente de Servicios Funerarios Región Peninsular A.C., explica que empresas locales, nacionales e incluso extranjeras, como una firma guatemalteca de lujo, han ingresado al mercado.
“Ahora encontramos servicios básicos desde 5 o 7 mil pesos, hasta opciones integrales que pueden llegar a 60 mil. La competencia ha obligado a mejorar instalaciones y atención, algo que beneficia directamente a las familias”, asegura.
Noticia Destacada
Inundaciones en el centro del país provoca aumento de precios en las flores en la Península de Yucatán
Pero este panorama comercial convive con un hecho constante: Mérida registra un promedio de 900 fallecimientos mensuales, cifra estable a lo largo de los años, con picos en momentos de crisis sanitaria o climática. Esto significa que, aunque hay más funerarias, la demanda real no crece al mismo ritmo; lo que sí aumenta es la calidad de servicio y la diversidad de opciones para que cada familia pueda elegir según sus posibilidades y necesidades.
El corazón de la despedida
Si las funerarias son la puerta de entrada, los cementerios son el espacio donde se materializa la despedida. Mérida cuenta con 38 camposantos, cinco en la cabecera municipal y 33 en comisarías, con un total aproximado de 71 mil bóvedas. Entre ellos, el Cementerio Xoclán destaca como el más concurrido, con 36 mil bóvedas y más de 300 espacios disponibles para quienes no cuentan con un lugar heredado.
Mientras los familiares honran la memoria de sus muertos, trabajadores como Don Sergio Montero hacen que todo funcione. De lunes a viernes se dedican a limpiar, pintar y mantener las tumbas. Los fines de semana, los guardias están atentos a cualquier eventualidad.
“Nos turnamos para hacer labores de sepulturero o mantenimiento según la cantidad de servicios. Es un trabajo constante, pero necesario para que las familias se sientan acompañadas”, explica.
Guadalupe Candelaria Uxul Bacab, jefa de panteones de Mérida, explica que el flujo diario de los cementerios combina la rutina de mantenimiento con la atención de las familias: limpieza, pintura, corrección de bóvedas y permisos de inhumación o exhumación.
Noticia Destacada
Reviven cementerios de Yucatán para recibir a visitantes por el Día de Muertos; aceleran la limpieza y fumigación
“Aunque no sea temporada alta de festividades, todos los días hay movimiento de personas que visitan a sus seres queridos y de empleados que realizan tareas de mantenimiento. La preparación para las celebraciones de Día de Muertos empieza semanas antes”, señala.
Familias y memoria: un vínculo diario
Más allá de cifras y servicios, son las historias de las familias las que dan sentido a estos espacios. Doña Faustina, quien semanalmente visita a sus familiares en el Cementerio Xoclán, comparte: “La gente está tranquila, pero después de las fiestas patrias, vemos cómo más familias llegan para mantener las tumbas. Es un momento para recordar y honrar a quienes ya no están”.
Este vínculo humano se entrelaza con la profesionalización del servicio funerario. La diversificación de funerarias ha generado competencia, mejores precios y atención personalizada, mientras los cementerios mantienen la infraestructura y el personal necesario para recibir diariamente a decenas de meridanos que acuden a honrar la memoria de sus seres queridos.
Entre recuerdos, flores y lápidas recién pintadas, Mérida muestra un equilibrio delicado: tradición y modernidad, dolor y acompañamiento, servicio y memoria. Cada familia, cada trabajador y cada funeraria forman un hilo invisible que conecta a la ciudad con sus muertos, y que asegura que la despedida sea siempre digna y cercana.