Una mujer identificada como Cielo S.M. fue acusada de arremeter con su vehículo contra un grupo de niños que participaban en un desfile de “Halloween”, lo que generó un alboroto, gritos e indignación entre vecinos de la colonia Canto, Sur de Mérida.
Según testigos, la guiadora perdió la calma al encontrarse con el contingente y sin medir consecuencias aceleró para abrirse paso entre la multitud y puso en peligro la vida de varios menores.
Padres y madres corrieron para proteger a sus hijos, y uno de ellos resultó con golpes leves al intentar detener el automóvil. En lugar de disculparse, la guiadora enfrentó con soberbia y altanería a los vecinos. Justificó su mal actuar con el argumento de que “tenía prisa y debía pasar”.
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Un agente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) intervino para detener y llamar a la mujer a la cordura, pero ella continuó fuera de sí, lo que aumentó la tensión entre los presentes.
Algunos de los testigos del incidente describieron la escena de niños llorando, madres desesperadas y gritos de coraje, lo que arruinó un momento. Lo que debía ser un evento lleno de alegría, disfraces y dulces se volvió un escenario de pánico.
Colonos la identificaron como expropietaria del restaurante YUSÁN, un local de comida coreana que funcionó cerca del estadio Kukulkán y cerró después de problemas financieros.
Añadieron que en la actualidad trabaja en una famosa cafetería en el Centro de Mérida, propiedad de su hermana, donde comercializa productos de su emprendimiento.
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La polémica creció cuando se supo que Cielo predica su comunidad religiosa y suele y suele hablar sobre valores cristianos. “De santa no tiene nada; se la pasa hablando de Dios y trata de nacos a los vecinos”, comentó una habitante del rumbo.
Otro vecino agregó que “toda la colonia ha consumido en sus negocios, pero son doble caras”.
Según comentarios que surgieron el sitio, esta no es la primera vez que la mujer protagoniza conflictos en la zona. Los habitantes aseguraron que anteriormente tuvieron pleitos y desplantes de prepotencia en otras ocasiones. Los organizadores del desfile lamentaron lo que ocurrió y recordaron qie estas festividades deben ser seguras y familiares. “Es un evento para los niños, no hay prisa que justifique ponerlos en peligro”, afirmaron.
