Un joven conductor que transitaba con exceso de velocidad a bordo de una Toyota Rav 4 impactó a un automóvil Cruze, que a su vez chocó a un Camry y éste a un Swift. Sólo se reportaron daños materiales.
Abraham Siquef, a bordo de una camioneta Toyota Rav 4, negra, matrícula ZAE-93-14, transitaba con exceso de velocidad sobre el carril central de la avenida Prolongación Montejo y además mandaba mensajes con su celular mientras conducía.
El imprudente joven transitaba de Norte a Sur y al llegar al cruce de la calle 7 de la colonia Campestre se estrelló contra un Chevrolet Cruze LT, color plata, placas YWV-622-B, guiado por Casandra Parra, quien había aminorado la velocidad, pues el semáforo le marcaba luz roja.
Debido a la fuerza del impacto, el Cruze se proyectó hacia delante y chocó a un Honda City, negro, matrícula ZCG-984-B, conducido por Alejandro Ordaz, que a su vez se estrelló en un Toyota Camry, negro, láminas YXK-015-B, a cargo de Adriana Pacho, que finalmente se proyectó contra un Suzuki Swift, plateado, placas YWX-730-B, guiador por Cristian Tapia.
Los vehículos quedaron detenidos en el carril central, ocasionando un congestionamiento, hasta que arribó la moto-patrulla 1129 del grupo Aguilas de la SSP, cuyo uniformado rápidamente marcó el área del impacto y les solicitó a los involucrados a mover sus respectivas unidades junto a la escarpa.
El Swift quedó con un golpe en la fascia trasera, en el lado izquierdo, mientras el Camry acabó con varios rayones en la parte izquierda de la defensa delantera, así como el parte central de la trasera.
Por su parte, el City acabó con una abolladura en la fascia trasera, desde el centro hasta el costado derecho; el Cruze presentó daños leves en el frente y se le desajustó la defensa, sin embargo, presentó averías de consideración en la parte trasera, se le rompieron los faros y el escape terminó doblado hacia abajo.
La Rav 4 del causante del choque múltiple quedó con la fascia delantera desprendida y abolladuras en el cofre. Por suerte los involucrados salieron ilesos del percance.
El uniformado solicitó a los conductores llamar a sus aseguradoras para el deslinde de las responsabilidades, pero curiosamente el lugar se llenó de familiares de los involucrados y los ajustadores de las aseguradoras tardaron más de 40 minutos en arribar.
El padre del conductor responsable, un hombre corpulento, de barba larga, visiblemente molesto, comenzó a regañar con mentadas de madre a su hijo, después con amenazas económicas, para después reprocharle su forma de manejar y su distractores.
Fue necesario que el oficial se le acercara y con un par de minutos el hombre quedó callado, pero visiblemente rojo del coraje.
Finalmente llegaron los ajustadores, quienes llegaron a un acuerdo, solicitaron dos grúas de una empresa particular para mover 3 de los 5 vehículos dañados al taller, mientras los otros dos los propietarios se los llevaron por cuenta propia.
(Melly Manzanero)
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