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Yucatán / Sucesos

Levantado, maniatado y baleado

Juan Carlos de la Cruz Castillo, de 36 años de edad, fue trasladado de emergencia al Hospital General de Ciudad del Carmen luego de ser encontrado por vecinos en la Colonia Electricistas, cuando estaba amordazado, amarrado de pies y manos y con un disparo de arma de fuego en el tobillo derecho.

Los hechos se registraron alrededor de las 22:10 horas de la noche del pasado sábado, cuando vecinos de la avenida Malecón de la Caleta esquina con calle 26, reportaron a emergencias médicas y cuerpos de seguridad a una persona tirada sobre la banqueta.

Arribaron socorristas de la Cruz Roja, quienes observaron que el hombre presentaba diversas contusiones en el cuerpo; se encontraba con ropa interior, al ser revisado a profundidad se le localizó una herida producida con arma de fuego en el tobillo derecho, presentaba entrada y salida de la bala.

Derivado a la gravedad de las lesiones y por el impacto de arma de fuego, el sujeto fue inmovilizado y trasladado al Hospital General “Quiroga Aguilar” para que reciba la atención médica necesaria.

Juan Carlos de la Cruz Castillo informó que cuenta con 36 años de edad y es originario de Ciudad del Carmen, Campeche, trabajador de la empresa petrolera Marinsa, y refirió que se encontraba caminando cuando un grupo de sujetos lo interceptó y abordó a un vehículo, mismos que lo desnudaron, amarraron y balearon.

Sin embargo, otro testigo de los hechos informó que se encontraba cerca del sitio cuando pudo observar que un vehículo frenó de golpe en el lugar,  de donde descendieron dos hombres, quienes arrojaron al sujeto amarrado, golpeado y baleado, e informaron que eso le había pasado por meterse a robar a su domicilio.

Versiones

Elementos de la Policía Municipal arribaron al lugar para levantar datos de los hechos acontecidos; se manejan dos versiones, una de ellas se trata de un levantón para secuestrar a un hombre, y la segunda, qué se trata de un delincuente que fue descubierto por los dueños de un domicilio cuando intentaba robar, los cuales tomaron justicia por sus propias manos.

Al cierre de la edición, permeó el hermetismo en las autoridades ministeriales, para no entorpecer las indagatorias.

(Texto y fotos: Redacción /

POR ESTO!)

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