Aunque el paso del tiempo poco a poco ha ido desvaneciendo la tradición de vestir a “Niño Dios” para colocarlo en el pesebre en la Nochebuena, los elaborados y vistosos trajecitos siguen siendo un artículo muy buscado en los pasillos del mercado “Alonso Felipe de Andrade”.
Traídos desde el Estado de Jalisco por comerciantes dedicados a la venta de cerámica para los nacimientos, las piezas son confeccionadas por artesanos de la ciudad de Guadalajara, hechas con material 100 por ciento mexicano, comentó Erica Nolasco, quien amablemente atiende a las personas que llegan al puesto a buscar todo lo necesario para esta época.
Según la tradición religiosa, varios días antes del 24 de diciembre se busca la ropa para el “Niño Dios”, la cual tiene diferentes significados dependiendo del color, la imagen debe ser tratada siempre con respeto, y en ocasiones también puede vestirse con advocaciones del Divino Niño o el Santo Niño de Atocha.
Sin embargo, en la víspera de Nochebuena se acostumbra a vestirlo con el traje elegante, ya sea ropón o ropa de recién nacido, anteriormente también se acostumbraba a arrullarlo antes de colocarlo en el pesebre, aclaró Erica Nolasco.
Los significados también varían por el color del vestido, por ejemplo el naranja es de la abundancia, el de tonos rojo dedicado a la salud, azul de la fe y el trabajo, aunque también están los trajecitos de doctor, que también es dedicado a la salud.
Sin embargo, la comerciante señaló que aunque se mantiene la tradición no todas las personas optan por los trajes más elaborados, ya que son algo más caros, por lo que prefieren los que son tejidos.
La vestimenta se complementa con capa, huaraches, calzoncito, corona, las figuras representando a Jesús recién nacido permanecerán en los nacimientos hasta el 2 de febrero, Día de la Candelaria cunado en su honor se realizan peregrinaciones y se festeja con ricos tamales.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar)