CHAMPOTON, Campeche.- Aunque la explotación infantil no es una problemática grave en este municipio, el fenómeno se va presentando con mucha mayor frecuencia desde hace varios meses en esta ciudad.
Provenientes de comunidades rurales con pobreza extrema de entidades como Chiapas, cada vez son más los menores en edad escolar que cambian su residencia movidos por la necesidad de obtener al día unos cuantos pesos para apenas sobrevivir.
Aunque las autoridades han documentado muchos casos y vía los sistemas DIF han apoyado para el retorno seguro de los menores a sus comunidades de origen, no existe un censo de los infantes que radican en esta ciudad realizando tareas diversas.
Aunque las autoridades locales y estatales no lo admiten, es un hecho que en esta y otras ciudades se registran oleadas de niños y adolescentes que son traídos a desempeñar algún trabajo, principalmente la venta de golosinas, actividad por la que reciben entre 70 y 120 pesos diarios.
De acuerdo a la ley, a partir del momento en que un niño o adolescente desempeña cualquier actividad económica de producción que afecte su desarrollo personal o el disfrute de sus derechos, se tipifica la explotación infantil. Los niños y adolescentes están expuestos a abusos en las calles, cuando deberían estar en un aula preparándose bajo el esquema de educación básica gratuita entre otras acciones.
(Texto y foto: Alejandro Landeros)