Ejidatarios de la localidad de Cayal, municipio de Campeche, acudieron este miércoles al Palacio de Gobierno para exigir la intervención de las autoridades estatales ante lo que calificaron como una injusticia de más de 17 años por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que —aseguran— se ha negado a pagarles una indemnización de 23 millones de pesos por el uso de sus tierras, durante la ampliación de la carretera Campeche-Hopelchén en 2007.
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Los inconformes denunciaron que desde hace casi dos décadas la paraestatal ocupa unas 24 hectáreas del ejido Cayal, donde instaló infraestructura y tendido eléctrico, sin haber cumplido con el pago correspondiente por derecho de uso.
“Llevamos 18 años tocando puertas, ganando acuerdos y recibiendo promesas que no se cumplen. Siempre que el caso avanza, cambian magistrados o se retrasa por cierre de año, y así nos traen”, expresó el representante.
Relataron que, pese a tener resoluciones favorables, la CFE ha dilatado el cumplimiento del pago, al grado de haberles ofrecido en una ocasión apenas 14 mil pesos 'como burla', lo que los llevó a reactivar el proceso legal.
Explicaron que hace un mes se reunieron con autoridades estatales y federales, quienes se comprometieron a resolver el caso, pero hasta ahora no han tenido respuesta, motivo por el cual una comisión de cerca de 45 ejidatarios decidió viajar a la capital para exigir avances.
“Nos dieron un mes de plazo y no ha pasado nada. La gente ya está desesperada y habla de cerrar carreteras si no se les cumple. Yo los contengo, pero cada vez es más difícil. Solo pedimos que se respete la ley y se nos pague lo que corresponde”, advirtió.
Los campesinos recordaron que han contado con el acompañamiento del director de Gobernación, Pablo Sánchez Silva, pero criticaron que las autoridades encargadas del tema no los han recibido en las últimas semanas, lo que interpretan como una falta de voluntad política.
Finalmente, insistieron en que el adeudo de la CFE representa un agravio económico y social para las 75 familias del ejido, que durante años han visto afectadas sus tierras sin recibir compensación alguna.
“Queremos diálogo, pero si no hay solución, el pueblo va a actuar”, advirtieron.