Mientras las autoridades, como la Secretaría de Marina (Semar) y los ministerios públicos, muestran su incapacidad, en Campeche persisten reportes de pescadores relacionados con el robo de motores fuera de borda durante 2025, señalan que estos actos son cometidos por sujetos cuya identidad o procedencia se desconoce, pero que generan un impacto económico de entre 150 y 400 mil pesos por embarcación.
El último dato oficial disponible corresponde a 2024, cuando el Instituto de Pesca del Estado de Campeche (Inpesca) dio a conocer 20 casos de robos de motores reportados por pescadores, la mayoría de las denuncias no se interpuso por falta de confianza en las autoridades.
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Pesimismo y desconfianza
Asimismo, en 2025, el portal del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestra que de enero a octubre no existe registro ni inicio de carpetas de investigación por robo de embarcaciones pequeñas o grandes, lo que evidencia la escasa confianza del sector en las instituciones ministeriales.
Uno de los puntos más afectados en San Francisco de Campeche es el refugio pesquero del “Muelle del 7 de Agosto”, donde los pescadores Gustavo y Antonio reportaron que fueron víctimas de un atraco a mediados de julio, durante sus actividades nocturnas de pesca, fueron asaltados por personas desconocidas, quienes presuntamente se dedican a este tipo de delitos.
“Estábamos cerca de la costa trabajando de noche cuando, de repente, se nos acercaron embarcaciones desconocidas con sujetos armados con armas de grueso calibre para amenazarnos; algunos compañeros tuvieron suerte porque se les fundió el foco, por eso no los vieron”, relataron.
En otros muelles del municipio, como Lerma, Camino Real y San Román, los líderes pesqueros prefirieron no profundizar en el tema, aunque reconocieron que, aunque el problema ha disminuido, aún persiste.
Los pescadores mencionados agregaron que estos delitos son cometidos, al parecer, por personas de fuera que buscan específicamente ciertas marcas de motores; aseguran que son grupos especializados que esperan en las costas en busca de víctimas para luego desaparecer sin dejar rastro.
También señalaron que poco se sabe del avance en las investigaciones de años anteriores, pues los ministerios públicos carecen de capacidades para vigilar el mar y autoridades como la Semar desconocen las rutas de traslado y escape de estos grupos, que presuntamente provienen de otros estados o regiones.
Otro dato oficial relevante fue publicado por el Senado de la República mediante el oficio “DGPL-2P1A.-2120”, donde se reporta un total de 80 robos de motores fuera de borda entre 2014 y 2022, con una afectación económica superior a los 150 mil pesos por cada motor.
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JY
