
El Mal de Chagas, también conocido como tripanosomiasis americana, es una enfermedad parasitara crónica y potencialmente mortal que continúa afectando a millones de personas, especialmente en zonas rurales de América Latina. Aunque es poco visible en la agenda pública, sigue siendo una amenaza latente para la salud pública en países como México, Bolivia, Brasil y Argentina.
¿Cuál es el origen del Mal de Chagas?
La enfermedad fue descubierta en 1909 por el médico brasileño Carlos Chagas, de quien toma su nombre. Es causada por un parásito llamado Trypanosoma cruzi, que se transmite principalmente a través de un insecto conocido popularmente como “chinche besucona” o “vinchuca”, que se alimenta de sangre humana.
Estos insectos, activos principalmente por la noche, defecan cerca de la picadura. Al rascarse, las personas facilitan la entrada del parásito al cuerpo a través de la piel o mucosas.
¿Cómo se contagia?
Aunque la vía principal de contagio es a través del vector (la chinche), también se puede transmitir por:
- Transfusión de sangre infectada
- Transplantes de órganos
- De madre a hijo durante el embarazo (transmisión congénita)
- Consumo de alimentos contaminados con el parásito
¿Cuáles son los síntomas?
El Mal de Chagas tiene dos fases: aguda y crónica.
- Fase aguda (inicial): Dura unas semanas o meses. Puede presentarse sin síntomas o con señales leves como: Fiebre Fatiga Malestar general Inflamación del ojo (signo de Romaña) Inflamación del sitio de la picadura
- Fase crónica (años después): La mayoría de los pacientes no presentan síntomas por mucho tiempo, pero hasta un 30% puede desarrollar problemas graves como: Cardiopatías crónicas Arritmias Insuficiencia cardíaca Trastornos digestivos (megacolon o megaesófago)

¿Se puede prevenir?
La prevención del Mal de Chagas se basa en el control del vector y medidas sanitarias:
- Mejoramiento de la vivienda (evitar grietas en paredes y techos)
- Uso de mosquiteros y repelentes
- Fumigación en áreas endémicas
- Control de donaciones de sangre y órganos
- Detección de casos en embarazadas y tratamiento preventivo
¿Tiene cura?
Sí, existe tratamiento, sobre todo si se detecta de manera temprana. Los medicamentos benznidazol y nifurtimox son los más utilizados y tienen mayor efectividad durante la fase aguda o en niños.
Sin embargo, en la fase crónica, si bien no siempre eliminan por completo el parásito, pueden frenar el avance de la enfermedad y reducir complicaciones. Por eso, el diagnóstico temprano es clave.
Una enfermedad olvidada, pero vigente
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre 6 y 7 millones de personas viven con la enfermedad en el mundo, la mayoría sin saberlo. En México, entidades como Yucatán, Chiapas, Veracruz y Campeche están consideradas zonas de riesgo por la presencia del vector.
El Mal de Chagas es tratable y prevenible, pero requiere mayor conciencia, acceso al diagnóstico y acciones coordinadas para evitar que más personas vivan con esta enfermedad silenciosa pero peligrosa.
JY