
Mujer víctima de violencia familiar, desmintió a su suegro, y habló por fin sobre los hechos ocurridos en la comunidad de San Francisco Suc Tuc el pasado miércoles, en donde presuntamente agentes ministeriales de la Policía Estatal Investigadora de la Fiscalía General del Estado, ingresaron a una casa y se robaron dinero y una carabina, además de destruir una televisión.

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A través de un video que circula en redes sociales, la señora Alexandra Guadalupe Salazar Martínez, de 19 años de edad y con cinco meses de embarazo, expresó que su esposo R.M.C. la golpeó en días pasados y ella es víctima de violencia familiar.
Explicó que denunció el pasado martes 9 de septiembre en la Agencia del Ministerio Público de la FGE las agresiones por parte de su marido, en donde se levantó la denuncia CI-6-2025-104 por los delitos de lesiones y violencia familiar.
Relató que el pasado miércoles, derivado de su denuncia, ella tenía que ir a su casa en la misma comunidad de San Francisco Suc Tuc por sus pertenencias, pero, porque su esposo es agresivo, la FGE expidió una orden de restricción para que en ese momento su marido no le pudiera acercar y ella rescatara sus pertenencias de su casa.
Sin embargo, la FGE asignó a dos elementos ministeriales para acompañar a la víctima hacia su casa con una orden de restricción que deberían entregar al esposo agresivo, pero éste se negó a aceptarlo y con ayuda de varios familiares, incluyendo a su papá Carlos Matos Poot, encararon a los ministeriales y se dio un conato de bronca.
Desmintió a su suegro, quien hizo una declaración ante la prensa local y demás medios de comunicación de que los ministeriales ingresaron a su casa —que es donde también vive su hijo— sin ninguna orden judicial, y se llevaron las pertenencias de su familia, destruyeron una televisión de pantalla plana, y presuntamente se robaron cinco mil pesos en efectivo que sustrajeron de la billetera de su hijo, y además se robaron una carabina, que tiene registro ante la Defensa Nacional.
“Desmiento categóricamente a mi suegro, porque todo lo que declaró es una mentira, no ocurrió como él dice, porque los ‘judiciales’ se quedaron en la puerta de la casa y nunca ingresaron a la misma, y en la puerta fueron agredidos verbalmente por mi esposo y demás familiares”, expresó la afectada.
Agregó que su esposo ha sido llamado un par de veces por la FGE, pero no ha asistido en ninguna ocasión, y por los golpes que me ha dado es un proceso que merece castigo y debe ser rápida la acción de la justicia, el cual se está realizando.
Dijo que tiene un embarazo de cinco meses de gestación, y no podía cargar muchas cosas el día que acudió a su casa por sus pertenencias, los cuales puso en dos bolsas negras, y al momento de salir le pidió a los ministeriales que la ayudaran y ellos lo subieron a la camioneta.
“En las bolsas puse las pertenencias de mi hija, zapatos, útiles escolares, uniformes, mochilas y otras cosas más, que mi esposo se negaba a darme”, explicó la afectada.
Añadió que los policías ministeriales solo cumplieron con su deber de llevar la orden de restricción, el cual no quiso recibir su esposo, y eso que dice él junto con su padre —quien es mi suegro— es mentira: jamás ingresaron los ministeriales a esa casa, jamás sacaron cosas, yo lo saqué, y nunca destruyeron una televisión, y mucho menos se robaron 5,000 pesos y una carabina, como ellos dicen, expuso la víctima.
“Mi suegro pide justicia para castigar a los ministeriales que robaron dinero y la carabina, pero yo pido justicia porque sufría violencia familiar, porque su hijo me golpeó pese a que tengo cinco meses de embarazo, me dejó marcas en casi todo el cuerpo, y esa misma noche que me golpeó me llevaron al hospital del IMSS-Bienestar ‘Dr. Pedro Lara y Lara’ de la ciudad de Hopelchén, para ser atendida. Afortunadamente, mi bebé está bien, pese a que me dio patadas en el vientre.”
Agregó que quien está pidiendo justicia y acusando a los “judiciales” es el papá de su esposo, pero él sabe por qué no lo hace, porque sabe que debe, y tiene que necesitar el apoyo de su papá, concluyó la víctima.