Gran desilusión se llevaron los trabajadores de la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR) cuando al descongelar y quitarle la cobertura al pavo que les fue otorgado en este diciembre, se encontraron con aves incompletas y en algunos casos malolientes.
De acuerdo con algunos de los afectados, presentarán queja ante la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COPRISCAM) para que quede evidencia de que probablemente les fueron entregadas retacerías de pavo y no lo que fue pagado.
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En días pasados, jubilados sindicalizados de la UNACAR habían externado su inconformidad por la falta de respuesta a la petición de fechas concretas para el pago de aguinaldos y retroactivos al salario, además de señalar que la calidad de los pavos había caído considerablemente, pues solo pesaban entre cuatro y cinco kilos.
En la víspera de Nochebuena, los trabajadores que recibieron el pavo lo descongelaron y al retirar el plástico, encontraron aves incompletas: algunos sin alas o piernas, otros carcomidos, lo que generó mayor inconformidad.
El trabajador Julio Sánchez Hidalgo relató que su pavo tenía mal olor, por lo que procedió a desecharlo.
Los reclamos señalan que la UNACAR compró los pavos en la carnicería “Jarochos”, ubicada en la avenida Isla de Tris. Aunque no pueden presentar queja ante la PROFECO, sí lo harán mediante la COPRISCAM.
Los trabajadores acusaron a la UNACAR de mostrar nula humanidad, al entregar pavos incompletos, tasajeados y en mal estado, lo que consideran imperdonable por poner en riesgo la salud.
Hasta el momento, la UNACAR no se ha pronunciado respecto al reclamo, ni ha informado si iniciará algún procedimiento contra la carnicería que suministró los pavos.