
La tensión se intensifica en la Península de Atasta al cumplirse más de 100 horas de bloqueo sobre la carretera federal 180, vía estratégica que comunica a Ciudad del Carmen con Tabasco. La movilización, protagonizada por habitantes de Atasta, Nuevo Progreso, San Antonio Cárdenas y otras localidades vecinas, ha paralizado la circulación en ambos sentidos, generando un creciente impacto económico y social.
Los inconformes demandan una solución inmediata y estructural al prolongado problema del suministro eléctrico, que describen como deficiente, inestable y negligente por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Cansados de constantes apagones, fluctuaciones de voltaje y daños en aparatos eléctricos, los pobladores decidieron endurecer sus acciones tras años de peticiones ignoradas.
Propuesta oficial y negativa al desbloqueo total
Este jueves, el Subsecretario de Gobierno en Carmen, César Marín Reyes, arribó a la zona del conflicto acompañado por un grupo de seguridad con armas largas, lo que generó tensión entre los presentes. El funcionario presentó una propuesta de intervención inmediata, en la que se contempla el despliegue de 10 cuadrillas técnicas de la CFE a partir del viernes 18 de julio.
El plan contempla la sustitución urgente del cableado eléctrico en las comunidades afectadas, con un periodo estimado de 10 días de labores, como medida temporal en tanto se concreta la licitación para la construcción de una Subestación Eléctrica, proyecto anunciado previamente por la gobernadora Layda Sansores San Román.

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A cambio, Marín Reyes solicitó a los líderes comunitarios la liberación inmediata de la vía federal, permitiendo así el flujo de personas, mercancías y servicios, y reduciendo los severos efectos colaterales del cierre.
No obstante, los manifestantes rechazaron la reapertura total de la carretera, argumentando que no aceptarán “promesas verbales” sin acciones tangibles. Como medida de buena fe, accedieron únicamente a liberar parcialmente la vía por una hora, condicionado al arranque real de los trabajos por parte de la CFE.
Clima tenso, pérdidas millonarias
Durante la jornada, el ambiente fue tenso y por momentos hostil. Algunos automovilistas varados increparon a los manifestantes, exigiendo la reapertura total del paso. La respuesta fue firme: "no nos moveremos hasta ver máquinas trabajando", expresó una vecina de Atasta.
El bloqueo ha provocado cuantiosas pérdidas económicas, particularmente en los sectores de transporte, comercio, logística y turismo. Decenas de empresas locales han tenido que detener operaciones, mientras que camiones de carga permanecen detenidos, afectando la distribución de alimentos, combustibles y otros insumos.
Se estima que las pérdidas acumuladas ya superan los varios millones de pesos, según organismos empresariales consultados de manera extraoficial.

Riesgo de escalada social
La presencia de fuerzas estatales y federales, sumada al hermetismo en torno a los acuerdos alcanzados, mantiene a la región en una situación delicada. Organizaciones civiles han alertado sobre el riesgo de una escalada del conflicto, en caso de que no se cumplan los compromisos técnicos anunciados o si se opta por una solución por la fuerza.
Hasta la publicación de esta nota, cientos de vehículos continúan varados a lo largo de kilómetros de carretera, mientras que los pobladores mantienen su postura: "Sin energía no hay progreso, y sin progreso no hay paso".
La comunidad espera con atención el inicio de los trabajos prometidos para este viernes, con la esperanza de que representen el primer paso hacia una solución definitiva y justa.