
Derivado de un convenio donde Petróleos Mexicanos (PEMEX) autoriza al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) —titular del Contrato Colectivo de Trabajo— a gestionar el otorgamiento de nuevas plazas laborales, trabajadores transitorios denuncian el regreso de la corrupción, el nepotismo y prácticas que perjudican a más de siete mil empleados temporales que continúan en espera de su basificación, así lo denunció Jorge Luis Ríos Robles, activista sindical y social jubilado.
Con copia del oficio DCAS-SCH-47-2025 emitido el pasado 23 de enero de 2025, el entrevistado indicó que, a pesar de las promesas hechas en noviembre de 2024 por la dirección general de PEMEX, de que el Programa de Estabilidad Laboral continuaría, los avances han sido nulos, mientras se agudizan las prácticas de corrupción sindical, porque ese documento lo que hace es avalar que PEMEX transfirió nuevamente el control total del proceso de asignación de plazas al sindicato, anulando con ello cualquier intento de transparencia y dejando en manos de las viejas estructuras sindicales la decisión final.
Señaló que en estos momentos en los que se hace la revisión contractual entre PEMEX y el STPRM, se ha evidenciado que en lugar de otorgar plazas a trabajadores con años de antigüedad, se han creado “fichas nuevas” —plazas laborales— que, según testimonios, están siendo vendidas por líderes sindicales, dejando fuera a quienes legítimamente deberían ser beneficiarios del programa.

En refinerías como la de Minatitlán, Veracruz, PEMEX habría entregado 200 fichas nuevas pese a que existen más de mil 500 transitorios en espera. Trabajadores acusan que dichas fichas fueron entregadas a personas sin antigüedad, previo pago, mientras quienes llevan años en espera fueron desplazados, algo de lo que no son ajenas las secciones sindicales 42 y 47 asentadas en Ciudad del Carmen.
“Nos prometieron la continuidad del programa de basificación, que esperáramos, porque solo era cuestión de tiempo, pero lo que han hecho ahora es regresar el control absoluto al sindicato, que está vendiendo las plazas”, denunció.
También acusó que los trabajadores que han solicitado su basificación por la vía institucional, fuera del sindicato, han sido amenazados, congelados laboralmente o incluso tildados de “traidores” por el propio secretario general sindical. Agregó que, a los trabajadores transitorios con hasta 10 años de servicio en esas secciones se les ha negado el acceso al trabajo, desplazándolos para dar entrada a quienes presuntamente compraron su lugar. La situación ha sido acompañada por amenazas y represalias para evitar que los afectados hablen públicamente.

“Este regreso de la corrupción se está dando con la complicidad del nuevo director general de PEMEX, es un círculo vicioso que vuelve a comenzar”, dijo al asegurar que están organizando una estrategia nacional de difusión y protesta para visibilizar esta nueva ola de irregularidades.
Se prevé que en los próximos días se revelen documentos que confirmen estas prácticas, como parte de una campaña para exigir justicia laboral y frenar el uso político y corrupto de los espacios laborales en la paraestatal, anunció Ríos Robles.
“El sindicato venderá a sus trabajadores con tal de no perder sus privilegios, el STPRM nos está dejando sin nada, a los transitorios de las secciones 42 y 47 pregunten a sus compañeros de las Secciones 10 y 50, esto no es una advertencia, es una realidad que ya comenzó”, dijo, al convocar a sus compañeros en activo a romper el miedo y la pasividad, y exigir el cumplimiento de la promesa de justicia laboral.
JGH