
En un ambiente cargado de tristeza, familiares, amigos y compañeros de trabajo se reunieron este domingo en el domicilio de Daniela Guadalupe, ubicado en la calle Cisne por Gaviotas de la colonia Colosio, para darle el último adiós. El cuerpo de la joven fue velado entre flores, oraciones y recuerdos, antes de emprender una caravana que recorrería los lugares más significativos y cotidianos de su vida.
La procesión inició desde su hogar, pasando por Plaza Palmira, donde se encontraba la sucursal de Chedraui en la que laboraba y a la que acudía diariamente con una sonrisa. Fue precisamente ese lugar el destino que Daniela nunca alcanzó el pasado sábado 9 de agosto, cuando, en el trayecto hacia su trabajo, una unidad pesada la atropelló, provocándole heridas que le arrebataron la vida de manera instantánea.
El cortejo fúnebre culminó en el panteón nuevo de la colonia Playa Norte, donde fue sepultada bajo un cielo radiante por los rayos del sol que parecía acompañar el luto de toda una comunidad. Entre los asistentes, la imagen de una pequeña de apenas dos años, huérfana desde la trágica mañana, acentuó el dolor y la indignación de los presentes.

Los familiares, visiblemente destrozados, exigieron justicia y el esclarecimiento de los hechos, mientras la Vicefiscalía Regional con sede en Ciudad del Carmen continúa con las investigaciones para deslindar responsabilidades y determinar las causas precisas del accidente.
Daniela Guadalupe será recordada por su alegría, su espíritu trabajador y su dedicación como madre, dejando en la memoria de quienes la conocieron la huella imborrable de una vida que partió demasiado pronto.