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Cultura

En bolas

Conrado Roche Reyes

Las noches de verano son muy calurosas. Hasta desnudo en el suelo siento que me derrito. Esta noche no es diferente, el mismo calor, la misma vestimenta, mi piel. Con un poco de suerte en el balcón hará más fresco. Como es noche oscura nadie podrá verme, así que puedo salir tranquilo. Mientras observo el cielo, con la música de fondo de la radio, oigo mi nombre. Se escucha desde abajo. ¿Cómo es posible si nadie me puede ver desde ahí? Me asomo por curiosidad a ver quién es, y ahí estaba ella. Se me queda mirando unos instantes y comienza a reírse a carcajadas. Desconcertado le pregunto: “¿Se puede saber qué te pasa? ¿De qué te estás riendo y qué haces aquí?”. Dejando de reír poco a poco me contesta: “Estas en pelotas. Ábreme”.

Me levanto y pienso ponerme una pequeña toalla que tengo colgada en la habitación, pero es que hace tanto calor y no puedo abrir la puerta así. Desisto. Cojo la toalla y abro la puerta. Ahí esta delante de mí, mirándome y sonriendo. “¿Puedo pasar?”, me pregunta con su carita de niña buena. “Claro”, contesto. Caminamos juntos al salón y antes de que pueda sentarme, mi perro sin querer me tira la toalla. Otra vez desnudo. Por un lado es un alivio, ya que me estaba asando, pero, por otro, ella esta ahí mirándome. Cojo la toalla rápidamente y me vuelvo a tapar. “No pasa nada –me dice–. Es normal que con este calor que hace quieras estar desnudo, yo también lo quiero”. La miro fijamente y le digo: “Pues desnúdate”, y sin pensarlo dos veces comienza a quitarse la ropa poco a poco. “Hubiese preferido que me la quitaras”, soltó. Una vez desnuda, se me acerca lentamente mirándome. “Ahora es tu turno”, y me quita la toalla sin preguntarme nada. Me quedo sin palabras. Sus brazos me están rodeando el cuello mientras sus labios hacen callar a los míos. Me besa lentamente en la mejilla a la vez que nos acercamos al salón. Me siento y desde encima de mí voy bajando los besos hacia sus pechos. Ya estoy perdido de lujuria. Esa noche disfrutamos como dos locos. La mejor noche después de mucho tiempo.

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