
Lewis Hamilton, siete veces Campeón del Mundo de Fórmula 1, atraviesa uno de los momentos personales más difíciles de su vida. Su inseparable bulldog Roscoe, reconocido por acompañarlo en los paddocks y durante sus viajes alrededor del mundo, falleció a finales de septiembre a los 12 años de edad tras complicaciones por neumonía.
"Fue la decisión más difícil de mi vida", confesó el piloto británico con profunda emoción. Hamilton compartió su dolor en redes sociales, donde recibió una ola masiva de mensajes de apoyo por parte de sus millones de seguidores alrededor del planeta.
La pérdida del canino no solo afectó al campeón británico, sino también a toda la comunidad de la Fórmula 1 que había visto crecer a Roscoe como una verdadera celebridad del automovilismo.
Entre los múltiples homenajes que Lewis Hamilton recibió tras la partida de Roscoe, uno en particular destacó por su originalidad, creatividad y ternura: un retrato gigante del bulldog creado completamente con piezas de LEGO.
Aunque la obra fue difundida inicialmente por la cuenta oficial de LEGO en Instagram, generando confusión sobre su origen, el mosaico no proviene de la marca danesa, sino del talento y dedicación de dos fans llamadas Karen e Ilona, quienes invirtieron incontables horas para crear un impresionante tributo con cientos de ladrillos de colores.
"La cantidad de detalles que tiene es increíble, y no puedo imaginar cuánto tiempo llevó. Gracias a Karen y a Ilona por hacer esto y enviármelo", escribió Hamilton en un emotivo post donde expresó su profunda gratitud hacia las creadoras del mosaico.
El retrato de LEGO captura con asombrosa precisión los rasgos característicos de Roscoe, incluyendo su expresión tranquila y su personalidad única que conquistó a millones de fans del deporte motor.
El piloto británico también aprovechó la publicación para agradecer a todos quienes le han enviado mensajes de consuelo y apoyo desde que anunció la muerte de su compañero canino.
"Sigue siendo muy doloroso y lo será para siempre, pero todo el apoyo me está ayudando enormemente a superarlo", expresó Hamilton, demostrando la profundidad del vínculo que compartía con su mascota.
Este tipo de declaraciones públicas reflejan el lado más humano del campeón, quien a pesar de su fama y éxito, comparte las mismas emociones que cualquier persona al perder a un ser querido de cuatro patas.
Roscoe no era simplemente una mascota para Lewis Hamilton; era su compañero inseparable, una presencia constante tanto en las redes sociales del piloto como en el competitivo ambiente de la Fórmula 1.
Con sus característicos lentes de sol, sus paseos por el pit lane y su personalidad tranquila y relajada, Roscoe se convirtió en un auténtico ícono canino para los aficionados del automovilismo mundial.