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Internacional

Advierte EE.UU. que seguirá desarrollando 'capacidades de ataque convencionales”

WASHINGTON, EE.UU., 20 de agosto (EFE/AFP).- Estados Unidos afirmó este martes que seguirá desarrollando “capacidades de ataque convencionales”, tras el reciente ensayo con un misil de crucero lanzado desde tierra que, de estar vigente el tratado INF, hubiera supuesto una violación, y que ha sido condenado por Rusia y China.

Ante la posibilidad de que se repita una prueba de ese tipo, un portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, el teniente coronel Robert N. Carver, dijo a Efe que “EE.UU. continuará desarrollando capacidades de ataque convencionales de acuerdo con todas las obligaciones existentes en los tratados para reunir los requerimientos de combate y cumplir sus responsabilidades con los aliados y socios”.

El lunes, el Pentágono informó en un comunicado de que había efectuado un ensayo de vuelo de “un misil de crucero configurado convencionalmente y lanzado desde tierra” que alcanzó su objetivo tras más de 500 kilómetros de vuelo.

Se trata del primer test de este tipo que lleva a cabo EE.UU. desde su retirada del tratado INF, el pasado 2 de agosto, ante la negativa de Moscú de destruir el misil de crucero Novator 9M729 (SSC-8, según la clasificación de la OTAN), que, de acuerdo a Washington, violaba el pacto al tener un alcance de más de 500 kilómetros.

El objetivo de EE.UU. es enviar un mensaje a los rusos y los chinos de que es serio sobre un despliegue potencial de misiles de crucero, dijo el experto Frank Rose.

Rusia y China denuncian

Rusia y China condenaron este martes el primer ensayo de Estados Unidos de un misil de medio alcance desde la Guerra Fría, y denunciaron el riesgo de una “escalada” de tensiones militares y de una reactivación de la carrera armamentista.

Este test significa la muerte del tratado de desarme INF que prohibía el uso -por parte de Rusia y de Estados Unidos- de misiles terrestres de un alcance de 500 a 5,000 kilómetros, oficialmente suspendido hace menos de un mes por las dos potencias rivales.

El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, lamentó el martes una “escalada de las tensiones militares” a la vez que aseguró que Moscú “no cederá a la provocación”.

“Se estaban preparando, porque es imposible poner en práctica una prueba de este tipo en pocas semanas o meses” declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

China, por su parte, deploró “una escalada de enfrentamientos militares” que “tendrá graves consecuencias negativas para la seguridad regional e internacional”. Acusó a Washington de buscar “la superioridad militar unilateral”.

Tras seis meses de diálogo de sordos, Rusia y Estados Unidos certificaron a inicios de agosto el abandono del tratado sobre las armas nucleares de medio alcance (INF), cuya firma a finales de la Guerra Fría en 1987 puso fin a la crisis de los misiles europeos desencadenada por el despliegue en Europa de los SS-20 soviéticos con ojivas nucleares.

El presidente estadounidense, Donald Trump, denunció el tratado el 1 de febrero, y Moscú hizo lo mismo al día siguiente, ya que ambos países se acusan mutuamente de violar este texto.

Estados Unidos despliega desde hace tiempo misiles de crucero de medio alcance a bordo de barcos de guerra, y generalmente son disparados desde sistemas Mark 41.

El presidente ruso, Vladimir Putin, de visita en Francia el lunes, acusó a los estadounidenses de no “escuchar” a Moscú. “A los europeos les conviene escucharnos y reaccionar”, lanzó.

Fuerza Espacial

EE.UU. pondrá en marcha el próximo 29 de agosto su anunciada Fuerza Espacial, que contará en principio con 87 unidades, para cumplir el anhelo de la Administración del presidente Donald Trump de abrir una “nueva era” en la defensa del país.

Así lo anunciaron este martes el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el general Joseph Dunford, en la sexta reunión del Consejo Nacional del Espacio.

“La próxima semana, formalmente lanzaremos el nuevo comando unificado de combate que se conocerá como el Comando Espacial de Estados Unidos”, aseguró en su intervención Pence, quien destacó que el general de cuatro estrellas de la Fuerza Aérea John Raymond será el primer comandante de esa fuerza.

Pence señaló que el pueblo estadounidense está “listo para el próximo capítulo de la historia”, en alusión a la política espacial de la Administración de Trump, que ha priorizado el regreso del hombre a la Luna en 2024 y hacer realidad una misión a Marte.

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