
El Gobierno de Rusia celebró este lunes la intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de enfocar sus esfuerzos en alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania, tras lograr un alto el fuego entre Israel y Hamás.
Así lo expresó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien aseguró que Moscú sigue abierto al diálogo y espera que Washington influya positivamente sobre Kiev.
Trump prioriza a Rusia: “Primero tenemos que acabar lo de Rusia”
Durante un discurso en la Knéset de Israel, Trump declaró que, si bien busca un nuevo acuerdo nuclear con Irán, su prioridad inmediata es resolver la guerra en Ucrania. La declaración fue dirigida a su enviado especial, Steve Witkoff, quien en el pasado ha sostenido conversaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin.
“Primero tenemos que acabar lo de Rusia. Tenemos que acabarlo”, afirmó Trump.

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Moscú reconoce a Steve Witkoff y espera resultados
El vocero Peskov se refirió a Witkoff como un mediador “eficaz” por sus recientes gestiones en Medio Oriente:
“Ya conocemos bien al señor Witkoff; ha demostrado su eficacia ahora en Oriente Próximo, y esperamos que su talento siga contribuyendo en Ucrania”.
Además, el Kremlin reiteró su disposición a dialogar y subrayó que Estados Unidos podría ser clave para reactivar las negociaciones que —según Moscú— han sido estancadas por Kiev.
Acusaciones cruzadas entre Rusia y Ucrania
Rusia responsabiliza a Ucrania de frenar el avance hacia un acuerdo de paz al negarse a formar grupos de trabajo para revisar los términos del cese al fuego. Por su parte, el gobierno ucraniano acusa al Kremlin de imponer condiciones inaceptables, que equivaldrían a una rendición.
Peskov insistió en que Moscú sigue “abierto y dispuesto” a encontrar una solución negociada al conflicto, y considera que la intervención diplomática de Trump podría reactivar el proceso.
Escalada en el horizonte: misiles Tomahawk preocupan a Moscú
Aunque el Kremlin acoge positivamente los comentarios de Trump, también advirtió sobre una posible escalada si Estados Unidos decide suministrar misiles de crucero Tomahawk a Ucrania. Esta posibilidad ha sido considerada por Trump en el pasado, y Moscú la calificó como una “grave amenaza”.
“Sería una escalada peligrosa”, advirtió Peskov, al tiempo que subrayó que las relaciones con Estados Unidos siguen congeladas en torno a este tema.
Trump se posiciona como mediador global
La postura del expresidente estadounidense llega en un momento en que busca consolidar su rol como figura influyente en la política exterior de Estados Unidos. Su equipo ha mostrado interés en restablecer el diálogo tanto con Irán como con Rusia, tras haber intervenido para mediar en el conflicto entre Israel y Hamás.
El Kremlin, por su parte, parece dispuesto a aprovechar este canal de comunicación, especialmente ante la falta de avances diplomáticos con el gobierno actual de Estados Unidos.
IO