
Durante la conferencia matutina encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, el subsecretario de Salud, Eduardo Clark, informó sobre los acuerdos alcanzados entre el Gobierno federal y la industria de bebidas azucaradas, tras el debate por el aumento del IEPS a refrescos propuesto en el paquete económico.
México, líder en consumo de refrescos y con graves consecuencias en salud
Clark señaló que México sigue siendo el principal consumidor per cápita de refrescos en el mundo, lo que ha generado graves problemas de salud pública como obesidad, diabetes e hipertensión.
Para contrarrestarlo, el Ejecutivo propuso elevar el IEPS a bebidas azucaradas de 1.65 a 3.08 pesos por litro, e incluir por primera vez un impuesto a versiones light, cero o sin calorías.

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Coca-Cola reducirá 30% las calorías en sus bebidas grandes tras alza de impuestos en México
Acuerdos con la industria: menos azúcar, más salud
Tras semanas de diálogo con empresas como Coca-Cola FEMSA y Mexicana de Bebidas Refrescantes, se logró un acuerdo integral en beneficio de la salud pública:
- Reformulación de productos: Coca-Cola y otras marcas reducirán 30 por ciento el contenido de azúcar en sus bebidas azucaradas dentro de un año.
- Diferencia visible de precios: Las versiones light y cero costarán menos que las tradicionales, para fomentar su consumo.
- Publicidad responsable: Prohibición de anuncios dirigidos a niños y adolescentes. Fin de la promoción de envases grandes (como presentaciones de 3 litros). El enfoque publicitario será únicamente en versiones light o cero.
Nuevo impuesto y objetivo a largo plazo
Con estos compromisos, el Gobierno acordó mantener el impuesto a los refrescos azucarados en 3.08 pesos por litro, mientras que las bebidas no calóricas quedarán con un IEPS reducido de 1.50 pesos por litro, la mitad del impuesto a las calóricas.
Además, se reiteró el uso del número 089 de denuncia anónima como parte de las estrategias nacionales de salud pública.
Un paso hacia un México más sano
Clark celebró que este acuerdo representa un cambio estructural en las políticas de salud pública, al combinar acciones fiscales, regulatorias y educativas que buscan reducir el consumo de bebidas dañinas, especialmente entre menores de edad.
La medida fue recibida positivamente en la Cámara de Diputados y ya forma parte de las reservas incluidas en la Ley del IEPS, con el respaldo del Congreso de la Unión.
“Queremos dejar de ser el país que más refresco toma en el mundo, y este es un paso firme en esa dirección”, concluyó Clark.
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