La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, respaldó la decisión del Congreso de prohibir el uso de vapeadores y subrayó que se trata de una medida enfocada en proteger la salud pública, especialmente de niñas, niños y jóvenes.
Durante su conferencia mañanera, desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional, Sheinbaum recordó que la nueva restricción se enmarca en la Ley General de Salud y recalcó que estos dispositivos “hacen mucho daño a la salud”, desmontando la idea de que son una alternativa segura al tabaco tradicional.
De acuerdo con la mandataria, la narrativa de que el vapeador sustituye al cigarro es engañosa, pues “en algunos casos los vapeadores incluso pueden hacer más daño que el propio cigarro”. Por ello, el mensaje del Gobierno federal es claro: “ni hay que fumar cigarros ni hay que utilizar vapeadores”.
Habrá campaña informativa y coordinación con los estados
Sheinbaum adelantó que la implementación de la prohibición irá acompañada de campañas informativas para advertir sobre los riesgos de los vapeadores y reforzar la prevención del consumo de nicotina y otras sustancias entre la población.
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Reiteró que los gobiernos estatales también tienen responsabilidad en la vigilancia y aplicación de la ley, particularmente para impedir la venta y distribución de estos productos en comercios formales e informales.
Riesgo de mercado ilegal: Gobierno promete cerrar paso al crimen organizado
Cuestionada sobre las advertencias de organizaciones civiles que alertan que la prohibición podría abrir espacio a un mercado negro controlado por el crimen organizado, la presidenta sostuvo que el Gobierno federal ya trabaja con las entidades federativas para evitar la proliferación de un comercio ilegal de vapeadores.
Subrayó que la prioridad es impedir que estos dispositivos sigan circulando libremente, al tiempo que se refuerza la vigilancia para que la restricción no se traduzca en nuevas oportunidades de negocio para grupos delictivos.
Con esta combinación de cambios legales, coordinación con los estados y campañas de prevención, el Gobierno busca frenar el avance de los vapeadores en México y enviar un mensaje contundente: la protección de la salud está por encima del negocio de la nicotina, sin importar la presentación del producto.
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