México

Chapultepec celebra el nacimiento de un ave emblemática en peligro crítico de extinción

Un nuevo polluelo de cóndor de California, especie que estuvo al bordo de la extinción, nació en el Centro de Conservación de la Vida Silvestre de Chapultepec.
Se prevé que el próximo año la cría sea liberada en su hábitat natural
Se prevé que el próximo año la cría sea liberada en su hábitat natural / Especial

La Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) de la Ciudad de México, se congratuló al anunciar el nacimiento de un nuevo polluelo de cóndor de California (Gymnogyps californianus), en las instalaciones del Centro de Conservación de la Vida Silvestre, ubicado en la segunda sección del bosque de Chapultepec.

Según informó la dependencia, la cría nació el 16 de mayo bajo el cuidado de sus padres "Aquimowon" y "33", ejemplares que forman parte del Programa Binacional para la Recuperación y Conservación del Cóndor de California, iniciativa que integran los gobiernos de México y Estados Unidos.

Se prevé que el próximo año, la cría, que ya contará con edad suficiente para ser independiente, sea liberada en la Sierra de San Pedro Mártir, localizada en el estado en Baja California, sitio que representa su hábitat natural. Cabe destacar que en los Centros de Conservación de la Ciudad de México, se ha reportado el nacimiento de 13 cóndores de California.

Todos ellos han contribuido al fortalecimiento del programa de reintroducción en vida silvestre de la especie, que se encontró al borde de la extinción en el siglo pasado. Actualmente, el polluelo es monitoreado de forma constante por personal especializado, entre médicos veterinarios, biólogos y cuidadores del aviario, quienes supervisan su desarrollo y alimentación.

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¿Por qué el cóndor de California estuvo a punto desaparecer?

Hacia la década de 1980, quedaban menos de 30 individuos en estado silvestre debido a cuatro principales factores. Como los ejemplares se alimentan de carroña, muchos morían intoxicados al consumir los restos de animales cazados con balas de plomo. Además, la expansión urbana, la ganadería y la agricultura redujeron las zonas de anidación de la especie.

La caza y persecución directa de los cóndores, fue una gran amenaza, ya que aunque esta ave no representa un peligro directo para los seres humanos, se les mataba por superstición o para "proteger" animales domésticos. Por último, la baja taza de reproducción del cóndor, que solo pone uno o dos huevos cada año, limita su crecimiento poblacional.