
Fitch Ratings elevó la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) de ‘B+’ a ‘BB’, luego de que el gobierno federal impulsara una operación financiera por 12 mil millones de dólares para fortalecer la situación de la petrolera.
No obstante, la calificadora advirtió que la empresa sigue enfrentando problemas estructurales y dependencia del apoyo estatal.
La agencia también retiró la advertencia de vigilancia positiva (Rating Watch Positive) y asignó una perspectiva “estable” a la petrolera, al tiempo que mejoró la calificación de sus bonos sin garantía específica, conocidos como “notas senior quirografarias”.
¿Qué motivó el cambio en la calificación de Pemex?
El ajuste vino tras la emisión internacional de Notas Estructuradas Pre Capitalizadas (P-Caps) por parte del gobierno mexicano, con vencimiento en 2030.
Fitch consideró que esta operación fortalece el vínculo financiero entre Pemex y el Estado mexicano, lo que justificó un mejor puntaje en su metodología para entidades vinculadas al gobierno (GRE).
La calificadora indicó que si el gobierno de Claudia Sheinbaum implementa medidas adicionales de supervisión o profesionalización dentro de Pemex, podría darse una nueva mejora que llevaría la nota hasta ‘BB+’.
A pesar del respaldo, persisten los riesgos
Aunque el apoyo federal ha sido clave, Fitch señaló que Pemex continúa siendo una empresa financieramente frágil, con limitaciones de liquidez, pérdidas en sus actividades de refinación, presión en márgenes operativos y bajo flujo de efectivo.
Por ello, la calificadora elevó solo ligeramente su Perfil Crediticio Independiente (SCP) de ‘ccc-’ a ‘ccc’.
Pemex cerró el primer semestre de 2025 con beneficios netos por 16 mil 187 millones de pesos, pero su deuda financiera total asciende a 98 mil 800 millones de dólares, lo que sigue siendo una alerta para analistas e inversionistas.
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