Alvaro Cepeda Neri
I.- Constantemente choca López Obrador con sus mismos empleados. Hoy fue con la Secretaría de Hacienda. Ésta precisa que no habrá un crecimiento económico mayor al uno y medio por ciento. Y el huésped de Palacio Nacional (para imitar a Benito Juárez quien entonces lo hizo por necesidad, mientras el tabasqueño no) le rebate, insistiendo en que este año el crecimiento será del 2 por ciento y el año entrante del 3 por ciento. Se nota que en los Acuerdos con su equipo no se ponen de acuerdo y cada quien –de sus 20 o más funcionarios– “agarra monte” por su lado. Por lo que en sus declaraciones, invariablemente, difieren; con ventaja para López Obrador que tiene la última palabra en sus monólogos mañaneros y desacredita a más de uno. No sabe el tabasqueño que el sistema económico mexicano es capitalista de corte neoliberal, con todo y que haya decretado la muerte del neoliberalismo. Y que estamos insertos en el capitalismo global del cual -hasta China–, todos los países tienen vigente una modalidad.
II.- Y a la keynesiana, cada modalidad con más o menos intervención de los gobiernos en un mercado donde mandan los empresarios, inversionistas, banqueros y comerciantes, para fijar precios; y en los que está participando el gobierno lópezobradorista con los precios, al alza, de los energéticos: gasolinas, electricidad, gas y diésel. Así es que el capitalismo a la mexicana no deja de estar dentro del capitalismo global o mundial y éste, insiste el Fondo Monetario Internacional por conducto de su directora general, Christine Lagarde, corre peligro de una recesión; es decir, de una falta de crecimiento a corto plazo, lo que significa que a fines de este año irrumpirá esa crisis. Y sobre todo los países como México que, con su capitalismo poco desarrollado, padecerán esa recesión; lo que cortará las alas del 2 por ciento de AMLO y estaremos atrapados en un decrecimiento que afectará salarios, ganancias y producirá inflación que se reflejará en el alza de los precios, e irremediablemente reducirá el consumo.
III.- Hay, dice el FMI, una “desaceleración sincronizada” en todo el mundo capitalista. Y en esa medida, puede que el crecimiento resulte ser hasta de menos del uno por ciento. La información al respecto apareció más completa en la nota del reportero Sandro Pozzi (El País: 3/IV/19), donde se precisan con detalle las declaraciones de la directora general del FMI. Otro reportero que firma con las iniciales J. S. G., ese mismo día en el citado periódico, nos informa que la desconfianza creciente que han producido las acciones entre las dos mayores potencias mundiales (China y Estados Unidos), y el aumento de los populismos en algunos países occidentales, alimentan la ralentización económica mundial. Abundando, además, en su acertado análisis, que están “cargando de plomo las alas de la economía mundial”. Así que esperemos que el señor Andrés Manuel López Obrador haga a un lado sus buenos deseos de crecimiento y haga caso a la Secretaría de Hacienda, pues nuestro crecimiento bajará considerablemente.
cepedaneri@prodigy.net.mx