De la Redacción
MAJAHUAL, OTHÓN P. BLANCO, 3 de diciembre.- A pesar de que el complejo Eco Resort Blue Kay en Majahual fue clausurado de manera total por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) el pasado 27 de noviembre, sus administradores continúan ofertando sus servicios a través de redes sociales y en plataformas digitales de reservación de hospedaje.
El dueño del predio, el empresario Juan Carlos Ortega Prados, está violando una disposición de una autoridad federal al continuar promocionando su centro de hospedaje en internet, aunado a la afectación ambiental que ha provocado tras varios años de operar irregularmente.
Además, al estar ofertando en las redes oficiales el establecimiento e incluso en plataformas de reservación en línea, como Booking, Juan Carlos Ortega podría incurrir en fraude y otras ilegalidades, puesto que al realizar una reservación de esta manera el turista hace el pago vía internet, pero cuando acuda al sitio no podrá ser atendido porque el negocio fue clausurado desde el pasado 27 de noviembre.
Pese a lo anterior, los administradores de las cuentas oficiales del hotel Blue Kay siguen ofertando sus servicios a través de redes sociales, incluyendo los números telefónicos para hacer las reservaciones.
Las publicaciones de promoción se subieron a redes sociales un día después de haber sido clausurados, el 28 de noviembre, y volvieron a promocionarse el 30 de noviembre; posteriormente, se hizo lo mismo el 1 de diciembre, donde incluso en la plataforma booking.com sigue activa la opción de reservación.
Se debe recordar que el pasado 27 de noviembre la Profepa clausuró la construcción y operación del Hotel Blue Kay Eco Resort, ubicado en ecosistema costero en la localidad de Majahual, municipio Othón P. Blanco, Quintana Roo.
Dicho hotel cuenta con 47 edificios, de uno y dos niveles sobre duna costera, pero en el momento de la inspección se descubrió que no cuenta con la autorización de impacto ambiental que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En atención a una denuncia de la población, inspectores de la Profepa en la entidad realizaron la visita para constatar el cumplimiento a la legislación ambiental vigente para llevar a cabo obras y actividades en un ecosistema costero, en la que se detectó que el proyecto hotelero se construye y opera en un predio con una superficie de 11 mil 930 metros cuadrados (m2); al momento de la diligencia contaba con una ocupación del 11 por ciento.
Los inspectores actuantes observaron sobre la duna costera 47 edificios construidos con madera de la región y techo de zacate en diversas dimensiones, contando con uno y dos niveles.
De estos 47 edificios, 24 corresponden a minicabañas con una recámara cada una, mientras que los 23 edificios restantes cuentan con entre 6 y 3 habitaciones por nivel, con baño cada una y servicios de clima, agua caliente y fría. Además, el hotel cuenta con área de restaurante, cocina, barra, áreas de servicios y de esparcimiento.
En la parte posterior del hotel y, en colindancia con la avenida principal Majahual-Xcalac, se observó humedal costero, fraccionado por un camino de acceso al hotel en dos superficies, una de un mil 396 metros cuadrados, con presencia de vegetación de manglar representada por mangle blanco (Laguncularia racemosa), y la segunda superficie de 761 metros cuadrados, con presencia de vegetación de manglar de la misma especie, asociado con vegetación de tular.
Las aguas residuales de los edificios se conducen a través de tubos de PVC, a tres biodigestores colocados a seis metros de distancia del humedal, donde se vierten directamente al humedal con presencia de vegetación de mangle blanco (Laguncularia racemosa).
El mangle blanco (Laguncularia racemosa) es una especie que se encuentra listada en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, con categoría de especie Amenazada.
La importancia del espacio costero radica en que forma parte del sitio de refugio, anidación, crecimiento y alimentación para muchas especies de fauna; aunado a que constituye un corredor biológico, por lo que su alteración puede causar un daño o deterioro grave a los recursos naturales presentes en él.
Durante la visita los inspectores solicitaron al responsable de la construcción y operación del proyecto hotelero que exhibiera la autorización federal en materia de impacto ambiental, la cual no fue presentada, por lo que con el fin de evitar que se continuara poniendo en riesgo de daño a los recursos naturales presentes en el sitio, así como en su zona de influencia, con fundamento en el artículo 170 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), se impuso como medida de seguridad la clausura total temporal de los trabajos de construcción y operación inspeccionados.
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