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Quintana Roo

Comunidad altamente marginada

Por Luis Enrique Tuz

SAN JOSÉ DE LA MONTAÑA, OPB, 24 de septiembre.- Abandonados en medio de la selva, alejados de los ejidos Laguna Om, Caobas y Tres Garantías, se encuentran los 189 habitantes de San José de la Montaña; tan es así que no cuentan con médico de planta, el costurero municipal se encuentra en ruinas, al igual que las calles y alumbrado público.

Esta comunidad de productores rurales, que apenas alcanzan para producir los alimentos que consumen, se encuentra a 16 kilómetros de la alcaldía de Nicolás Bravo y a 90 kilómetros de la capital del estado, cuenta con un pequeño parque, jardín de niños y secundaria, atendidos por el Conafe, además de una escuela primaria.

La señora Olivia Rivas Sánchez fue clara en señalar que San José de la Montaña es un pueblo que fue abandonado por las autoridades desde hace mucho tiempo, y sólo reciben los servicios de agua potable y de alumbrado público a medias.

San José de la Montaña es un pueblo abandonado, con alta marginación y pobreza, es más, ni siquiera fueron tomados en cuenta en el programa Vivienda Rural e Indígena.

“Hace años se trajo el proyecto de un costurero municipal, sin embargo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) nos cobraba un servicio industrial con más de 800 pesos al mes, cuando todo lo que se tenían era rústico, y por pagos excesivos se abandonó el proyecto”.

Señaló que la gente vive de las pocas cosechas de maíz, calabaza chihua y el cultivo de un poco de chile jalapeño y de la caza de animales silvestres, no hay dinero porque no se tienen obras públicas.

En cada calle de la población solamente funciona un foco del alumbrado público, aunque el servicio de agua potable lo consideró como bueno, pues se tiene de manera constante.

Señaló que en la presente administración municipal se construyó un centro de salud con un costo de 1.2 millones de pesos, pero lo malo es que no se tiene un médico ni enfermera de planta, ya que el doctor viaja a la comunidad cada mes y la caravana de salud llega cada 15 días.

“Aparentemente, el centro de salud está en buenas condiciones, pero no nos sirve porque siempre está cerrado y no cuenta con medicinas, por lo tanto, los habitantes de la comunidad tenemos que viajar al centro de salud de Nicolás Bravo o Chetumal, en donde recibimos un mal trato por parte del personal”.

Por su parte, el profesor rural de la escuela secundaria Conafe, Raymundo A., enseña a tres niños de primer grado, tres de segundo grado y cuatro de tercero.

En tanto, la maestra del jardín de niños Conafe, María Elizabeth Salgado, dijo que lleva cuatro años laborando en la comunidad y actualmente tiene 13 alumnos, pero que nunca ha superado ese número.

Señaló que con dedicación y amor enseña a los alumnos de preescolar, a los que no les hacen falta material didáctico y, pese a la lejanía en la que se encuentran, por segunda ocasión consecutiva reciben sus uniformes escolares.

Tanto los habitantes de San José de la Montaña como los maestros rurales señalan que vivir entre la selva es algo grato, pero no están contentos por el abandono en que se encuentra la comunidad.

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