Pescadores de Altura temen que la producción de mojarras en viveros no alcance ni la mitad de Cuaresma / Sus ventas han incrementado a una tonelada por semana, para lo cual no estaban preparados
Las agrupaciones cooperativas de Pescadores de Altura podrían tener un desabasto en la producción de mojarras antes que concluya la Cuaresma, debido a que desde hace un mes han estado teniendo una venta de una tonelada de productos de forma semanal que cosechan de los viveros que tienen en la comunidad de Atasta Pueblo y Jobal, éste último perteneciente a la Junta Municipal de Sabancuy, y el precio de la comercialización de la mojarra la están dando en 45 pesos el kilo, mencionó Adolfo Hernández Maldonado, presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras de Altura.
Expresó que en los viveros de Atasta Pueblo tienen más de un mes que se les agotó la producción, y las cooperativas que se dedican a la acuacultura en esta comunidad -como Laguna del Panlao, Barlovento y Manigua- han agotado la producción que tienen tallas de comercialización, así que sólo tienen especies que pesan 250 gramos, a los cuales están alimentando para ver si logran tener la talla comercial en la última semana de la Cuaresma.
Indicó que incrementaron las ventas de mojarra y se está comercializando a la semana una tonelada de producto en los mercados locales, por lo que temen que a mitad de Cuaresma se queden sin producto.
En la comunidad de Jobal cuentan con tres viveros, uno de la cooperativa Renovación Tercera, otra de Laguna del Palmar y la tercera, de Cayo Arcas.
Señaló que este es el primer año en donde han estado teniendo buenas ventas de mojarra que cultivan en los viveros, y toda esa producción se está vendiendo en los mercados de Escárcega, Candelaria y San Antonio Cárdenas (Atasta). Sin embargo, enfatizó en que la producción podría no durar toda la Cuaresma.
Respecto a los productores atastecos, abundó en que están alimentando a las especies con la mayor cantidad de alimento para ver si logran engordarlas antes de que finalice la Cuaresma para que pueden comercializar más productos en los mercados locales, para que los expendedores de pescados no sufran el desabasto de la producción, sobre todo en esta temporada en donde las familias tienen la costumbre de consumir pescados.
Finalizó diciendo que tiene la confianza que las especies que apenas tienen un peso de 250 gramos alcanzarán la talla comercial para que las cooperativas pesqueras de altura tengan los ingresos necesarios para continuar produciendo mojarras, especie que se encuentra en la dieta principal de los carmelitas, producto alimenticio económico al cual pueden tener acceso las familias de bajos recursos.
(Texto y fotos: Fernando Kantún)