De la Redacción
CHETUMAL, 27 de junio.- La Auditoría Superior del Estado de Quintana Roo funge más como agencia de colocación de familiares de los funcionarios, que de órgano fiscalizador de los recursos públicos.
De tal manera, además de la protección desde la Aseqroo a los gobiernos panistas, por tratarse del partido que nombró a su titular Manuel Palacios Herrera, éste es cómplice del influyentismo al permitir que funcionarios del órgano fiscalizador, les sea común que incrusten en la nómina familiares de los funcionarios.
Son muchos los casos que demuestran que la Aseqroo es un autentica agencia de colocación, lo cual evidentemente es permitido por Manuel Palacios Herrera, incluso su personal más cercano ha incurrido en estos actos, para que el presupuesto de este órgano fiscalizador “quede en familia”.
En este caso de amiguismo, compadrazgo y corrupción están inmiscuidos auditores, supervisores, directores, jefes de departamento y personal del auditor superior.
En próximas entregas se expondrán puntualmente estas anomalías que se cometen al interior de la Auditoria Superior del Estado, que ha mostrado no cumplir con su verdadero objetivo de fiscalizar los recursos públicos y sólo ha sido instrumento para proteger malos manejos, tanto en el Congreso del Estado como en los municipios aliados de los partidos que impusieron a Manuel Palacios Herrera, aun cuando el mismo reconoció que maquillaba cuentas públicas del gobierno de Roberto Borge Angulo y anteriores.
Palacios Herrera era el auditor en materia financiera hace un par de años, pasaba sin mayores observaciones todas las cuentas públicas de la administración de Roberto Borge, y precisamente su lealtad al gobierno en turno es lo que le permitió ser nombrado por la XV Legislatura como auditor superior, para taparle las espaldas a los gobiernos del PAN-PRD.
De ahí que no sorprende que de la revisión del ejercicio fiscal 2016, la Aseqroo determinara un proceso administrativo contra funcionaros del gobierno de Othón P. Blanco (PAN), María Luisa Alcérrreca Manzanero y Edgar Armando Sandoval de la Fuente, y se les condenó sólo a devolver 29 mil pesos, al no exhibir documentación suficiente, necesaria y pertinente respecto a las observaciones que se les hizo.
De tal manera, queda en evidencia que se simula mediante una cantidad mínima que se estuviera realizando una correcta labor de fiscalización.
En este sentido, es necesario mencionar fuertes irregularidades que representan daños al patrimonio municipal realizados durante 2017 por el exalcalde de Othón P. Blanco, Luis Torres Llanes, se presume que existe una protección política por parte de la Auditoría Superior del Estado a cargo de Manuel Palacios Herrera.
Luego de ser cómplice y posteriormente verdugo del saqueo multimillonario de la administración de Roberto Borge Angulo, ha mostrado excesiva tibieza en la revisión del gobierno municipal de Othón P. Blanco, que se mantiene al filo de la quiebra. El auditor sólo llamó a esclarecer al manejo de recursos a gobiernos que no son del PAN, mostrando lo que se presumía cuando le fue impuesto que no actuaría con imparcialidad.
Y es que a pesar de hacerse públicos evidentes desvíos de recursos mediante el pago en exceso de salarios y adquisición de gasolina, pintura y refacciones, el municipio de Othón P. Blanco no ha sido observado por la Auditoría Superior del Estado.