De la Redacción
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 17 de agosto.- El crimen organizado y la incapacidad de los tres órdenes de gobierno federal, estatal y municipal para salvaguardar a los solidarenses cobró otra víctima, ya que la persona baleada la noche del viernes en un negocio de autopartes en la colonia Colosio murió la tarde de este sábado en el Hospital General del Sesa y el móvil del cobarde ataque fue por negarse a pagar una millonaria cantidad por derecho de piso, porque era dueño de una refaccionaria.
En su edición de este sábado, este diario publicó en la sección de Cancún que la narco-violencia que azota este municipio pareciera no tener fin; toda vez que un sicario intentó ejecutar a balazos a un sujeto en un negocio de autopartes en la colonia Luis Donaldo Colosio Murrieta, hiriéndolo de cuatro disparos; al amparo de la incapacidad o complacencia de la policía el matón se dio a la fuga en un automóvil de modelo reciente, en tanto que el lesionado no esperó la llegada de los paramédicos de la ambulancia ya que fue llevado al Hospital General del Sesa en su propia camioneta conducida por una mujer que lo acompañaba.
Alrededor de las 20:00 horas del viernes, Angel Guadalupe G.P., de 46 años de edad, originario del estado de Yucatán, acompañado de una persona del sexo femenino, abordo de una camioneta marca Ford, color gris, llegó al negocio de autopartes “Audio, Alarmas Polarizado” ubicado en el cruce del Bulevar Playa del Carmen con avenida Luis Donaldo Colosio Murrieta y al momento de ingresar al negocio un sicario que lo seguía le disparó en ocho ocasiones, hiriéndolo cuatro veces, dos en la espalda y dos en el abdomen.
Víctima de criminales y de las autoridades
Por la gravedad de sus lesiones, Angel Guadalupe G.P., murió la tarde de este sábado en la sala de urgencias del Hospital General del Sesa, convirtiéndose en el ejecutado 136 de este narco-violento 2019, el año más sangriento en la historia de Solidaridad, porque tanto el gobierno del estado como la presidenta municipal Laura Beristain Navarrete no han podido resolver el problema de la inseguridad que flagela a los empresarios con la embestida extorsión y la amenaza “pagas o te mueres” se cumple.
Finalmente, la narco-violencia que embiste Quintana Roo y el municipio de Solidaridad, es una muestra que el polémico secretario estatal de Seguridad Pública (SESP) Alberto Capella Ibarra y el encargado de despacho de la Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Jorge Robles Aguilar no pueden o no quieren actuar en contra del crimen organizado, sin embargo, son mantenidos en sus cargos por el gobernador del estado y la presidenta municipal respectivamente.