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Quintana Roo

Discriminatorio operativo contra empresarios

Por Julio Javier Mena

CHETUMAL, 11 de enero.- Emmanuel de Jesús Magaña Cirerol, director de Fiscalización del municipio de Othón P. Blanco, organizó un absurdo y desorganizado operativo para revisar que todos los locales comerciales del Boulevard Bahía cumplieran con la documentación para tener sillas y mobiliario en la banqueta.

Sin embargo, aparentemente la situación no fue pareja ya que lugares, como Capitán García, tuvieron que levantar todas sus sillas y desmontar parte de la decoración, pero en otros establecimientos simplemente bastó con “hacerse un ladito”, situación que incomoda a los empresarios locales, ya que por lo visto el director de Fiscalización no mide de la misma manera a los negocios que operan en el boulevard.

El operativo comenzó alrededor de las 23:45 horas y estaba integrado por una patrulla con dos elementos de la Policía Municipal, dos camionetas con 10 elementos de la Guardia Nacional y una camioneta Ford Ranger color plata con placas de circulación TA0147H, en la cual se trasportaba Emmanuel de Jesús Magaña Cirerol, su chofer y una persona más del departamento de Fiscalización.

La intención de este operativo era “poner en regla” a los locales comerciales que ocupan las banquetas para poner sillas y mesas; sin embargo, el director de Fiscalización aparentemente utilizó este operativo para amedrentar a los propietarios de establecimientos.

Ya que al llegar al primer establecimiento denominado Capitán García de inmediato solicitaron a los encargados levantar las sillas y mesas que estaban en la calle, sin solicitar documentación, ya que amenazaron con clausurarlos o multarlos de no hacer lo que pedían.

Los empleados de este establecimiento no tuvieron más remedio que acatar las indicaciones, ya que no querían que se clausure el establecimiento y perder un día de trabajo, por lo que se limpió el área tal y como pidió el cuestionado director municipal.

Lo curioso de la situación fue que al ir a los siguientes establecimientos no procedieron de la misma manera, aparentemente negociaban con los propietarios o los encargados del establecimiento y con hacerse un ladito bastaba.

Incluso locales como Carpe Diem, que ocupan toda la banqueta, siguieron funcionando con normalidad, mientras que los fiscales que encabezaban el operativo se hacían de la “vista gorda”.

Se podía notar la prepotencia del director municipal en estos operativos, ya que cuando entró al establecimiento denominado La Curva fue directo a una mesa, como si fuera un cliente más, mientras que su camioneta quedaba a mitad de la calle con el chofer al interior.

El operativo siguió, pero más bien parecía un paseo por la noche para Magaña Cirerol, ya que sólo se asomaba a los negocios para informar del operativo y no pasaba nada, aparentemente estos negocios ya habían “entrado al aro” y ya habían regularizado la su situación.

Hasta el momento estas medidas sólo han propiciado que sea más complicado mantener cualquier tipo de negocio, con lo que sólo se daña la economía del municipio, situación que parece no importarle a Emmanuel de Jesús Magaña Cirerol, ya que mientras pueda darse sus lujos él seguirá en la misma situación en el municipio.

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