Por Lusio Kauil
JOSÉ MARÍA MORELOS, 22 de febrero.- La inseguridad que prevalece en todo el país obliga a tomar cada vez mayores previsiones, y como el municipio no es ajeno a ella, vale la pena reforzar las acciones de vigilancia en la ciudad, sobre todo en las escuelas, consideró el abogado Germán Pineda Castillo.
Dijo que los niños, desde que ingresan a la escuela y hasta que vuelvan a salir deben tener mucho cuidado, sobre todo cuando están de vuelta en casa, pues no deben tener contacto con personas que no conozcan, sugirió.
Indicó que la gente que se dedica a cometer delitos, o causa violencia contra los niños, es porque ha vivido en la violencia y de ella se tiene que cuidar uno.
Esas personas, abundó, no se inmutan, pues cuando agarran a los niños o niñas, lo que buscan es causar un daño, como los casos que se han dado a conocer últimamente, expresó
El abogado invitó a los padres de familia a que hablen con sus hijos y les enseñen que la seguridad inicia en casa y, por consiguiente, la deben reforzar fuera de ella.
Manifestó que es una verdad, que en el medio no hay policía para cada ciudadano, pero sí se puede mantener la seguridad en cada una de las personas con pasos y temas sencillos que se deben tratar en casa, remarcó.
Expuso que si un niño sale de la escuela y no han ido por él, por ejemplo, puede pedir el apoyo de su profesor, el intendente de la escuela o el policía que se encuentra cerca de la escuela, que lo ayude a llegar con seguridad a su casa.
Pero, abundó, se puede activar los protocolos de apoyo a la niñez para garantizar la seguridad de ellos en la escuela; “…y nosotros como padres de familia tenemos que incentivar para que las autoridades empiecen a activar esos protocolos en caso de que un niño se sienta en peligro”, expuso.
Reconoció que la activación del protocolo es de alguna manera una alarma, pero si es necesario para que no se den casos tan terribles como el de la niña Fátima, mencionó.
Germán Pineda Castillo dijo que también es importante que se analice cómo viven los menores en el entorno familiar, si hay o no violencia donde viven, aunque esa situación es tarea que le compete a las autoridades monitorear consideró, e hizo ver que en José María Morelos, afortunadamente se vive todavía una tranquilidad, porque “por fortuna, todos se conocen”, apuntó.