En medio de las celebraciones por el Día de Muertos, en los refrigeradores del Servicio Médico Forense (Semefo) de Quintana Roo hay más de 700 cuerpos sin identificar.
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Mientras miles de familias acuden a los panteones a honrar a sus seres queridos, un silencio más profundo se impone en este gélido inmueble, según estimaciones de colectivos de búsqueda y fuentes dentro de la Fiscalía General del Estado (FGE).
María Patrón Pat, madre de la joven desaparecida Francisca Mariner y presidenta del colectivo “Madres Buscadoras por Quintana Roo”, acusó que “más de 600 cuerpos siguen almacenados en el anfiteatro de la FGE, sin que las autoridades transparenten la información ni aceleren los procesos”.
Por su parte, Ariadne Song, del colectivo femenil “Xtabay”, aseguró que la cifra real “supera los 700 cuerpos”, muchos de los cuales fueron hallados en fosas clandestinas o trasladados desde otros municipios sin registro público.
“Hay cientos de desaparecidas y cientos sin nombre. Nadie los reclama, ni les lleva flores, y tampoco hay voluntad para devolverles su identidad”, lamentó Song.
De acuerdo con información recabada por colectivos y fuentes cercanas a la Comisión de Búsqueda de Personas de Quintana Roo, varios de estos cuerpos permanecen desde hace años en cámaras de refrigeración o fueron inhumados en panteones forenses o fosas comunes, donde descansan sin registro visible ni visitas de familiares.
Mientras tanto, en los cementerios el ambiente es distinto. La Administración de Panteones de Cancún informó que los días 1 y 2 de noviembre esperan recibir entre 30 y 32 mil visitantes diarios solo en Los Olivos, donde se realizaron labores de limpieza, fumigación y actividades religiosas y culturales.
La administradora Jessica Cushim Céspedes detalló que los cementerios estarán abiertos las 24 horas, con misas, altares y presentaciones de mariachi.
A pocos kilómetros de ahí, en los refrigeradores del Semefo, el olvido tiene otro rostro: el de las víctimas sin nombre que no tendrán altar ni flores.
Colectivos exigieron a la Fiscalía y a la Comisión Estatal de Atención a Víctimas un censo público y actualizado, así como la creación de un cementerio forense con identificación genética, para evitar que sigan acumulándose sin destino digno.
“Hablan de tradiciones y memoria, pero a nuestros desaparecidos los entierran en silencio”, expresó una madre buscadora durante la ofrenda simbólica colocada frente al Semefo.
JGH