
Más de 82 mil toneladas de sargazo han recalado en las costas del Caribe Mexicano, según datos de la Secretaría de Marina (Semar). Pese a la gran cantidad de alga acumulada en varios puntos del litoral, cientos de personas continuaron visitando las playas y ocupando camastros para mitigar el intenso calor que predomina en la región.
El reporte oficial detalla que se contabilizaron 82,699 toneladas de sargazo en esta zona, considerada una de las más afectadas por el fenómeno en todo el Atlántico y el Mar Caribe. Imágenes satelitales difundidas por la Semar muestran extensas manchas de alga flotando frente a la Península de Yucatán y desplazándose hacia las costas de Quintana Roo.

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Entre los puntos con mayor concentración destacan Mahahual, donde se estima el arribo de más de 270 toneladas, y Xcalak, con 590 toneladas en camino. También se detectaron bancos frente a Punta Herrero y otros tramos del litoral sur del estado.
El monitoreo establece que el Caribe Mexicano permanece en nivel de alerta alto, con una cobertura del 31 por ciento de la Zona Económica Exclusiva, debido al comportamiento de las corrientes y vientos que arrastran las algas hacia la franja costera.
Durante un recorrido realizado en distintas playas de Cancún, se constató que, pese a la presencia de sargazo, decenas de visitantes seguían disfrutando del mar y el sol. Familias enteras, turistas nacionales y extranjeros aprovecharon el día para refrescarse, tomarse fotografías o caminar por la orilla.
En sitios como Gaviota Azul, conocida como Forum, la acumulación de alga era evidente, formando montículos que se extendían varios metros sobre la arena. Sin embargo, esto no impidió que numerosos bañistas improvisaran espacios despejados para colocar sus toallas o se acomodaran directamente sobre el sargazo seco. Algunos caminaban entre las algas o las recogían con las manos para abrirse paso hacia zonas más limpias.
Se observaron familias instaladas bajo sombrillas, niños jugando cerca de la orilla, y grupos que llevaban alimentos y bebidas para compartir en la playa. También era común ver a parejas caminar con los pies entre restos de alga húmeda, mientras vendedores ambulantes ofrecían botanas y bebidas frías a los bañistas.
Personal de los hoteles retiraba el sargazo con palas para despejar accesos al mar, lo que permitió que el movimiento turístico en Cancún se mantuviera constante, a pesar de la invasión de esta talofita.