Utilizando sargazo y litio, investigadores y estudiantes del Instituto Tecnológico de Cancún (ITC) participan en un proyecto enfocado en el desarrollo de baterías experimentales.
Ysmael Verde Gómez y Ana María Velázquez Muñiz, investigadores del ITC, destacaron que el estudio busca aprovechar recursos naturales y residuales para crear alternativas tecnológicas que contribuyan a la energía sustentable en la región. Detallaron que, aunque es una explotación piloto, se marca un camino para el aprovechamiento de estos materiales para un futuro inmediato.
Un grupo de más de 40 estudiantes de posgrado y, al menos 10 investigadores del ITC, trabajan en el desarrollo de baterías experimentales a base de sargazo y litio, una propuesta que busca transformar residuos naturales en soluciones energéticas sustentables.
La iniciativa, que se desarrolla en el laboratorio de investigación ambiental del Tecnológico, tiene como objetivo innovar en tecnologías de almacenamiento de energía, al tiempo que se aborda el grave problema ambiental del sargazo en las costas de Quintana Roo.
Ysmael Verde Gómez y Ana María Velázquez Muñiz, quienes están a cargo del proyecto, explicaron que, aunque aún se encuentra en etapa piloto, los resultados obtenidos marcan un precedente importante en el aprovechamiento de residuos orgánicos marinos.
Transformación con procesos químicos y físicos
A través de procesos químicos y físicos, el sargazo es transformado en materiales con alto valor agregado, útiles para el desarrollo de electrodos en baterías de litio.
Actualmente estas baterías se encuentran en fase de prueba dentro del entorno académico.
No han sido aplicadas aún en la industria, pero los investigadores aseguran que los avances técnicos permiten vislumbrar una posible implementación en sectores como el almacenamiento energético doméstico, y la movilidad eléctrica en un futuro cercano.
Los datos experimentales obtenidos se han compartido en congresos nacionales de ciencia ambiental y energía renovable, y se trabaja en la publicación de artículos científicos en revistas indexadas.
Además del desarrollo de baterías, el proyecto contempla líneas de investigación paralelas en tecnologías de hidrógeno y sensores ambientales, todo bajo el enfoque de economía circular y sustentabilidad.
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La Secretaría de Medio Ambiente, así como instituciones de educación superior asociadas a nivel nacional, respaldan esta iniciativa como parte de un esfuerzo por promover soluciones innovadoras frente a los desafíos ambientales del estado.
“La participación de estudiantes de maestría y doctorado en ciencias ambientales ha sido fundamental. Esta formación práctica es clave para generar talento local con capacidades científicas aplicadas al desarrollo sostenible”, subrayó Ana María Velázquez.
El proyecto también ha tenido componentes de divulgación científica mediante charlas, exposiciones en ferias académicas y colaboración con medios educativos, con el fin de acercar estos desarrollos tecnológicos a la comunidad.
