
Cada 22 de agosto se conmemora en México el Día del Bombero y aunque son un ejemplo ante la sociedad, son poco valorados por las autoridades, su presupuesto es muy limitado, pese a que todos los días arriesgan sus vidas por los demás.
Enfrentan varios desafíos, pese a que su equipamiento en muchas ocasiones no es el adecuado para realizar sus tareas de manera efectiva, incluso algunos han perdido la vida en el cumplimiento de su deber, como el caso de dos jóvenes elementos de Cancún: Raúl de Jesús Peraza y José Roberto Barbosa, que en 2007 murieron durante el incendio de Plaza Las Américas, y por ello, dos estaciones llevan sus nombres.
La situación de estos heroicos trabajadores en Quintana Roo ha sido preocupante desde hace décadas, pues es la institución más olvidada por las autoridades, y si bien en los últimos años se hizo una mayor inversión hacia esas corporaciones, siguen existiendo grandes carencias.
Los brigadistas no sólo combaten incendios o rescatan a personas de entre los fierros retorcidos de un vehículo en un accidente, pues también salvan mascotas y capturan animales salvajes.
En temporada de lluvias desazolvan coladeras y atienden emergencias por sustancias peligrosas, además imparten cursos para prevenir incendios y ofrecen pláticas en escuelas, es decir, su labor va mucho más allá de lo que podría pensarse.

El actual director de Bomberos Cancún, Aquileo Cervantes Álvarez, explicó que, como parte de sus actividades, atienden emergencias y situaciones de menor relevancia, pues manejan el tema de medidas de prevención en las vacaciones, además de apoyar en temporadas de lluvias y huracanes, como ahora.
Mencionó que manejan el antes, durante y después, pues dijo que lo aplican al realizar la poda y tala de árboles para minimizar riesgos; limpieza de alcantarillas en conjunto con Protección Civil y Servicios Públicos, para que cuando haya intensos aguaceros, no haya problema de encharcamientos en diferentes puntos de la ciudad.

Su experiencia los respalda
Los tragahumos destacaron que aunque podría pensarse que la teoría, la certificación y profesionalización son cruciales para el desempeño de su peligrosa labor, en la práctica ese reconocimiento pasa a un segundo plano y no necesariamente demuestra que puedan manejar situaciones de emergencia, pero jurídicamente su dictamen no tendría peso para que entre un seguro.
Dijeron que su experiencia los avala y que pueden hablar de la química del fuego o determinar cómo pudo iniciar un incendio, pero legalmente sólo sirven como apoyo, aunque también reconocen la importancia de que pronto exista esa especialidad en Quintana Roo.

Incluso consideraron que, aunque no hay un documento que los reconozca como peritos en la materia, tienen años de experiencia para poder determinar las causas de un siniestro.
A nivel nacional, el Colegio de Ingenieros Mecánicos y Electricistas (CIME), constituido de conformidad con la Ley de Profesiones, es el único facultado para promover, acreditar y emitir la superación profesional, científica y técnica de los ingenieros de especialidad como los peritos en protección contra incendios.
En Quintana Roo sólo hay dos peritos certificados y avalados por el Poder Judicial de la Federación en este rubro, pero ninguno es bombero, a pesar de que tienen el conocimiento para poder apoyar en las investigaciones o determinar las causas de algún siniestro, jurídicamente no cuentan con el peso legal para poder ser dictaminadores, pese a que se consideró que es importante.

De acuerdo con José Manuel Gil, vicepresidente del Colegio de Ingenieros, Mecánicos, Electricistas del Caribe (Cimec), como ente en materia de seguridad, considera importante contar con especialistas contra los conatos, pues dijo que en cualquiera de las ramas se necesita ser un profesional recibido, lo cual requiere de estudios y una certificación.
Señaló que los aspirantes tendrían que acercarse a un colegio a entregar su preparación académica y el Consejo del plantel estudiarla y poder aprobar esa especialidad, sin embargo, en Quintana Roo sólo son dos.
“Nosotros sí tenemos esa figura contra incendios y tenemos a tres personas que son peritos en sistemas contra siniestros, y en mi caso, soy perito avalado por el Poder Judicial de la Federación y hay uno más, que es el ingeniero José Luis Montesinos”, destacó Gil.
Explicó que, a nivel nacional no se le da mucha importancia a este tema por la falta de compromiso.

Añadió que los bomberos pueden ser especialistas, pero académicamente hablando no tienen su título, además de que prácticamente nunca se determina lo que originó un incendio.
Señaló que el brigadista generalmente atribuye las causas a un tema eléctrico y ahí se queda el tema, ya no se investiga, pero que un profesional puede determinar si ese corto circuito fue provocado, sin embargo, casi nunca los llaman como apoyo.
“Tanto a nivel nacional como en el estado, se carece de certificaciones, pues nadie puede ser perito si no reúnen los requisitos, hay elementos que se vuelven especialistas, pero académicamente no lo son”, resaltó.
El año pasado se propuso en la XVII Legislatura un Punto de Acuerdo para dotar de equipo, vehículos especializados por cada cuartel, carros cisterna, material, insumos, bombas de succión y protección adecuada y certificada al personal de los Heroicos Cuerpos de Bomberos, pero no existió la voluntad política para aprobarlo.
La dirección de esta organización, cuenta en la actualidad con 175 elementos, con 22 unidades operativas y seis bases en la ciudad, pero existe un proyecto de hacer una nueva estación más cercana a esas colonias irregulares, para que la respuesta sea más rápida, aunque aún no se ha aterrizado.

Avanzan lentas las mejoras
Tomás Hurtado Morris, exdirector de los brigadistas en Benito Juárez, indicó que en los últimos trienios se han logrado mejoras, pero reconoció que falta mucho por hacer, pues la ciudad sigue en constante crecimiento en población y área geográfica y las necesidades de los tragahumos van aumentando.
Destacó que hay más conciencia en apoyarlos, ya que los funcionarios se han ido involucrando, a lo que dijo que hay mucho por hacer, pero pese a que se ha mejorado, hay zonas muy alejadas, como las colonias irregulares donde hace falta personal.
Añadió que en Isla Mujeres ya cuentan con algo de equipo en la Zona Continental, lo cual también ayuda, pero no es suficiente gente. “Hay estándares internacionales, y una ciudad como Cancún debería tener 300 elementos, considerando que haya también paramédicos que apoyan en varios incidentes”, aseveró.

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Recordó que para disminuir los tiempos de respuesta en algún siniestro, se ha planteado la posibilidad de una base nueva sobre la salida a Mérida, porque los vehículos son pesados y en ocasiones el tráfico es muy lento.
Dijo que cuando se abrió hace dos años la base en Alfredo V. Bonfil, se redujeron los tiempos para los habitantes del ejido y de los fraccionamientos, donde evidentemente ha crecido la mancha urbana, lo que se extiende a todos los municipios donde siempre harán falta más elementos.
Por otro lado, mencionó que los trajes de bomberos en la entidad y en todo México se les aprovecha al máximo, hasta que ya quedan inservibles, mientras en países como Estados Unidos, los jubilan a los tres o cinco años, pero depende de su uso y deterioro.

Esta vestimenta de proximidad cuenta con una capa exterior donde tiene el recubrimiento aluminizado y debe ser resistente a la llama, al calor y a la abrasión.
Algunos uniformes de bomberos especializados, como los aluminizados, pueden soportar temperaturas aún más altas, llegando hasta 815 grados centígrados en entornos de fuego avanzados y la temperatura ambiente en un incendio puede ser de 38 al nivel del piso y llegar a 315 a la altura de los ojos. La capa térmica es la que proporciona el aislamiento térmico y evita que el calor radiante llegue a la piel del bombero.
De acuerdo con la norma National Fire Protection Association (NFPA), la vida útil de un traje de este tipo puede variar, pero generalmente se recomienda retirarlo a los 10 años de su fabricación, sin embargo, factores como el cuidado, la exposición a elementos y el tipo de materiales pueden acortar o prolongar este período.
Hurtado Morris, recordó que, cuando era titular de la dependencia en Cancún, sugirió a desarrolladores de viviendas que donaran un predio y lo etiquetaran para los brigadistas, para beneficio de la comunidad y con mayor plusvalía al fraccionamiento, pero no logró concretarse.

En abril de 1976 fue creado el Heroico Cuerpo De Bomberos Cancún, contando con una base situada en la Avenida Chichen-Itzá con Tulum.
En sus inicios se conformó con doce bomberos, teniendo como equipo únicamente un carro-bomba, una pipa, una ambulancia y una camioneta pick-up que servía para trasladar al personal.
El actual director de los brigadistas de Benito Juárez, Aquileo Cervantes Álvarez, dio a conocer que hay un proyecto para poder restaurar las seis bases con las que actualmente cuentan, empezando con la central de la Supermanzana 23 y de hecho ya se realizó el estudio estructural con los arquitectos.