
Una nueva descarga de aguas residuales desde el interior de un complejo habitacional militar en construcción está afectando nuevamente la Laguna Manatí, una reserva ecológica estatal ubicada en Puerto Juárez, denunció el biólogo Gonzalo Aldana Pech, jefe del Departamento de Áreas Naturales Protegidas (ANP) en la zona norte del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de Quintana Roo (Ibanqroo).
Según el funcionario, tuberías de PVC de cuatro pulgadas emergen desde el predio donde se construyen departamentos de lujo para altos mandos militares y vierten directamente sobre el cuerpo de agua, rodeado de manglares.
“Estamos justo en los límites de la construcción de la unidad habitacional militar. Ya habíamos logrado que quitaran la tubería de drenaje, pero ahora hicieron un nuevo saque y colocaron un tubo de cuatro pulgadas que descarga directamente hacia la reserva”, denunció Aldana.
Noticia Destacada
Contaminación daña a fauna marina de Q. Roo: Alrededor de 800 especies afectadas por microplásticos
Posible violación a normas ambientales
De acuerdo con la inspección realizada, las aguas residuales provienen directamente del complejo en construcción, lo que indica que no están conectadas al sistema de drenaje municipal, pese a que en la zona existe infraestructura sanitaria desde hace tres años.
“Siempre han estado tirando sus aguas negras al manglar. Y ahora que están remodelando, volvió a quedar expuesto”, advirtió Aldana Pech.
Aunque los encargados de la obra han argumentado que la tubería es para desahogo de aguas pluviales, el tubo está conectado directamente a una fosa séptica construida dentro del complejo, lo que refuerza la sospecha de un mal manejo de aguas residuales.
Área protegida desde 1999
La Laguna Manatí es un ecosistema vivo alimentado por cenotes y rodeado de manglares, hábitat de cocodrilos, aves y una rica biodiversidad. Desde agosto de 1999, está reconocida como Refugio Estatal de Flora y Fauna, lo que prohíbe cualquier tipo de descarga contaminante en su interior o alrededores.
“Tuvimos acercamiento con ellos (los militares) y se acordó que no pueden tocar más allá de esa zona, porque ya luego se empieza el refugio estatal de flora y fauna”, precisó Aldana.
Aseguró también que el área cuenta con red de drenaje sanitario, por lo que estarán vigilantes de que la tubería esté correctamente conectada a esa red y no al ecosistema.
“Esperemos que, en su momento, cuando estén operando, realmente se haya conectado la tubería a esa red –dijo–. Porque se debe respetar el área de conservación establecida desde 1999”, finalizó.