Quintana Roo / Riviera Maya

Apagón causa pérdida de tres toneladas de tilapia a productor de Lázaro Cárdenas

La afectación por la carencia de sistemas de oxígeno en los estanques de un productor fue de 360 mil pesos.
El acuicultor decidió regalar los peces que aún no habían perecido a gente de las comunidades cercanas
El acuicultor decidió regalar los peces que aún no habían perecido a gente de las comunidades cercanas / Luis Enrique Cauich

En cuestión de horas, Manuel Noh, productor de tilapia perdió cerca de tres toneladas de pescado listas para su venta, tras una falla eléctrica que dejó sin oxígeno a sus estanques, en la comunidad Benito Juárez.

El pasado sábado -desde el mediodía hasta las primeras horas del domingo- la falta de corriente inutilizó los sistemas de aireación que mantienen con vida a los peces de Manuel Noh, condenándolos a una muerte lenta por falta de oxígeno, perdiendo alrededor de tres toneladas de producto.

Noticia Destacada

CFE invierte 511.6 millones mdp para subestaciones y mantenimiento de líneas eléctricas en Q. Roo

El productor, cuya vida ha girado en torno al cuidado y la crianza de la tilapia, observó cómo sus peces, sustento y esfuerzo, empezaban a sucumbir a la falta de oxígeno, pues en un sistema de acuicultura, la energía eléctrica no es un lujo, sino una necesidad vital.

Esta situación se tradujo en una tragedia para su producción. De los 12 estanques que conforman su granja, sólo 10 pudieron ser salvados, un esfuerzo titánico que implicó movimientos desesperados y un uso de recursos limitado para tratar de mitigar la catástrofe, pero dos viveros acuícolas, los más grandes, no pudieron resistir.

La pérdida es cuantificable y dolorosa: cerca de tres toneladas de tilapias yacían inertes, un capital perdido que simboliza meses de trabajo, inversión y sacrificio.

Dos piletas, las de mayor tamaño, tuvieron estragos por la falta de luz. / Luis Enrique Cauich

Con un precio de mercado de 120 pesos por kilogramo, la afectación económica se estima en aproximadamente 360 mil, una cifra monumental para un productor de pequeña escala.

En medio de la desolación, tomó una decisión que refleja el carácter de las comunidades rurales, antes de que la totalidad de las tilapias de un estanque de casi dos toneladas murieran por la falta de oxígeno y se convirtieran en una pérdida total, abrió sus puertas a los habitantes de las comunidades aledañas.

Los invitó a llevarse el pescado de forma gratuita. Fue un acto que convirtió una tragedia personal en un momento de alivio para sus vecinos.

Noticia Destacada

“Es un fenómeno estacional y técnico”: Claudia Sheinbaum descarta crisis energética por apagones en Quintana Roo

Familias enteras se acercaron, agradecidas, por el gesto. Mientras Manuel veía su producción desvanecerse. Si bien no mitigaba su pérdida económica, sí fortalecía los lazos que los unen.

Reconoció que su afectación fue la de mayor envergadura en la comunidad, aunque no la única.

“Además de mí hubo afectaciones a comercios, pero considero que mi trabajo fue el de mayor afectación”, señaló.

Las neveras de las tiendas, los aires acondicionados de los hogares y los equipos de otros pequeños negocios también sufrieron los embates del apagón, pero ninguno experimentó una pérdida tan catastrófica y final como la de su producción acuícola.