
Prestadores de servicios turísticos de la ciudad confían en que durante los meses de septiembre y octubre próximos la situación económica mejore y no sea tan drástica como en el recién concluido periodo vacacional de verano.
Señalan que la poca gente que se observa en la Quinta Avenida es principalmente local y que, debido a la falta de recursos, no realizan consumo, de acuerdo con un sondeo realizado.

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Las vacaciones de verano no generaron ningún repunte en el sector hotelero ni gastronómico; incluso pareció que no se trataba de un periodo vacacional.
“Seguimos trabajando, pero no hay dinero, septiembre y octubre suelen ser meses bajos, aunque confiamos en la llegada del turismo estadounidense”, comentó Alejandra, empleada de la zona turística.
Ayer, las playas lucieron vacías, no hubo presencia de turismo, únicamente algunos locales se animaron a darse un chapuzón en las aguas afectadas por el sargazo.

Los restaurantes de la zona costera parecían estar de luto y el único sonido constante era el del motor de un trascabo que realizaba labores de recolección de algas.
De acuerdo con Antonio Sulub Aké, mesero de la zona, la mayoría de las personas que acuden a la playa son locales y no realizan consumo, lo que complica aún más la situación económica.
Explicó que para ellos el motor económico del destino es el turismo estadounidense, mientras que los visitantes argentinos y españoles suelen llegar con presupuestos austeros, sin gastar ni comprar.
Consideró que en lugar de atender el mejoramiento de las condiciones de las playas, el Gobierno se ha enfocado en organizar bailes y actividades, lo que a su juicio representa un despilfarro de los impuestos en actividades que no benefician a la población.

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Por su parte, Isis de la Cruz Martínez, vendedora de artesanías, señaló que desde abril pasado las ventas han caído de manera considerable.
Indicó que el salario es mínimo, pero la necesidad obliga a sobrevivir, y que en algunos lugares incluso se han registrado recortes de personal debido a la falta de clientes. Advirtió que la situación podría prolongarse, ya que no se observa la llegada de turismo extranjero.
Respecto al papel de las autoridades, consideró que deben invertir en la limpieza de las playas, lo que, afirmó, sería fundamental para garantizar seguridad y confianza a los visitantes.