
La inseguridad, fraudes vacacionales y abusos de taxistas han dañado la imagen del destino. Además, la escasa diversificación turística ha llevado a una de las ocupaciones hoteleras más bajas desde la pandemia. Según datos oficiales, la ocupación entre julio y agosto no superó el 66%.
La percepción de inseguridad y los hechos violentos ligados al narcotráfico han afectado negativamente la imagen del destino turístico, no sólo recientemente, sino desde hace varios años, aunque es ahora cuando comienza a cobrar factura, según testimonios de visitantes locales y conductores de transporte por plataformas digitales.
Incidencia delictiva
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero a julio de 2025, Quintana Roo se mantuvo en el lugar 14 de 32 entidades con mayor incidencia delictiva, con 32 mil 90 delitos denunciados, lo que representa un promedio de 4 mil 500 carpetas de investigación por mes, sin tomar en cuenta la llamada “cifra negra”.
En ese periodo se cometieron 197 asesinatos, 128 de ellos con armas de fuego, aproximadamente el 60% en Cancún, así como 13 feminicidios.
Además, se registraron casos muy mediáticos de homicidios, como el de dos líderes sindicales: uno en Alfredo V. Bonfil (dirigente de mototaxistas) y otro en el primer cuadro de la ciudad, con la ejecución de Mario Machuca, de la CROC.
También se reportaron 156 fraudes, algunos de ellos vacacionales. De hecho, se detectaron más de mil páginas web falsas entre 2024 y lo que va de 2025, según datos de la Secretaría de Turismo estatal (Sedetur).
Estas plataformas se hacen pasar por hoteles o agencias reales, ofrecen paquetes vacacionales inexistentes y el problema se agudiza en temporadas altas. Sin embargo, sólo seis personas fueron detenidas por estos delitos y apenas tres, vinculadas a proceso penal.

Inestabilidad preocupante
La inseguridad en Cancún es un tema preocupante para turistas y locales, ya que existen zonas con altos índices de criminalidad. A esto se suman denuncias contra algunos taxistas por robos y estafas, especialmente en el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC). También se han documentado agresiones físicas y verbales contra turistas, lo que, evidentemente, contribuye a que la percepción de inseguridad sea aún mayor.
De hecho, en lo que va del año, el aeropuerto ha experimentado una disminución en el número de operaciones aéreas, llegando incluso a estar por debajo de las 400 diarias, una de las cifras más bajas que se recuerdan.
La falta de promoción efectiva del destino, el notorio descuido de la zona hotelera y, aún más, de la ciudad —que según los propios visitantes luce sucia— también contribuyen a la baja ocupación.

Sondeos
“Los europeos y asiáticos son diferentes, buscan otras opciones que los americanos o canadienses, y Cancún no se las brinda”, indicó Lorena Rodríguez, visitante de Pachuca, Hidalgo.
La turista agregó que le sorprendió que no haya transporte marítimo en la laguna Nichupté, pues además de las playas, no hay otros atractivos.
“La zona de discotecas o bares me parece peligrosa. En una ocasión, mi novia se intoxicó con lo que tomó. Hay muchas cosas que antes no pasaban”, comentó.
Relató que sigue viniendo porque tiene familia aquí y, aunque no se quedan con ellos porque la zona les parece peligrosa, les gusta venir por las playas blancas y el mar.
Sin embargo, comentó que casi no salen del hotel, también por el abuso de los taxistas. “Ya sabemos lo que pasa con los Ubers; da miedo si vienes con tu familia”, expresó.

Turismo mochilero
Por su parte, conductores de plataformas de transporte coincidieron en que en Cancún se juzga y se desprecia al turismo “mochilero”, aunque deje una derrama económica significativa.
“Me atrevería a decir que son los que más gastan en la ciudad, comen en pequeños restaurantes del centro y apoyan la economía local”, comentó Alejandro Lira, operador.
Agregó que estos turistas van de hotel en hotel, pues no se quedan en un solo lugar porque les gusta conocer. “Para mí, son de los mejores clientes”, dijo.
Otro conductor de aplicación de transporte dijo que ya no llega el flujo turístico de antes, o llega menos, por la inseguridad y estafas. “Súmale el tema del sargazo. Ya no bajan al centro, no visitan el Parque de Las Palapas ni el Mercado 28”
Comentó que lo único que les interesa es Plaza Las Américas y el Malecón Tajamar.
“Una vez llevé a unos chilenos al Mercado 28 y se sorprendieron de lo feo que se ve”, mencionó el conductor, quien dijo fue porque vieron el estacionamiento sucio y con baches, por lo que le pidieron que los esperara porque no querían ni bajarse.

Mala imagen
Ambos choferes agregaron que los visitantes nacionales también preguntan constantemente por qué las calles están tan sucias y si realmente Cancún es tan inseguro como se dice.
“Tuve unos clientes de Ciudad de México que me comentaron que casi diario en la televisión recomiendan no visitar Cancún, precisamente por la inseguridad”, señaló uno, por lo que cree sea la razón por la que ha bajado el turismo, pues un destino como este debería ofrecer una sensación de confort y tranquilidad, pero aquí se ofrece todo lo contrario, especialmente en el centro, con basura, baches y, lo peor: balaceras.
Indicaron que las autoridades parecen tener una venda en los ojos. “Son los únicos que no quieren darse cuenta de todo lo negativo que hay, porque no hay voluntad de mejorar”.
Algunos familiares de turistas nacionales también señalaron que cada vez los visitan menos en temporadas vacacionales debido al elevado índice de criminalidad, al grado de considerar que Cancún “es una bomba de tiempo a punto de estallar”.
Baja ocupación y alertas de viaje
En lo que va de agosto, la ocupación hotelera tuvo un promedio del 66.5%, considerada la peor registrada en este mes, cuando las expectativas de las secretarías de Turismo estatal y federal eran del 81%.
Precisamente por la inseguridad —que no es exclusiva de Cancún, sino de todo México—, el pasado 12 de agosto el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una alerta de viaje para México que incluye un riesgo de terrorismo en 30 entidades federativas.
Esta medida se basa en la clasificación de ciertos grupos como organizaciones terroristas.
Aunque Quintana Roo no sufrió cambios en su estatus, la presidenta de Coparmex Quintana Roo, emitió su posicionamiento. “Esta decisión ha generado inquietud ante las interpretaciones erróneas que podrían afectar gravemente uno de los pilares económicos más importantes del país: el turismo.
Señaló que desde la Confederación y el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), consideran que la inclusión del término “terrorismo” en esta alerta, no refleja con precisión la situación de la mayoría de los estados mexicanos.

La empresaria reconoció que en diversas regiones persisten retos significativos en materia de seguridad y episodios de violencia, pero que equipararlos con actos terroristas implica una caracterización desproporcionada que puede distorsionar la percepción internacional.
Advirtió que esta narrativa podría influir directamente en las decisiones de viaje y minar la confianza de inversionistas y operadores turísticos globales.
Esta alerta podría desincentivar la llegada de turistas internacionales y afectar la economía nacional, ya que el viajero representa un pilar estratégico para el desarrollo del país.
Señaló que es fundamental que las autoridades implementen de inmediato una estrategia coordinada de comunicación y relaciones públicas para contrarrestar los efectos de esta alerta y transmitir con claridad que los destinos turísticos de México son seguros y están libres de amenazas terroristas en el sentido internacional del término.