
Trabajadores de la base Playa del Carmen de Autotransporte del Valle hicieron pública una queja ciudadana anónima en la que acusar a la administración de la empresa de cometer presuntos actos de corrupción, explotación laboral y prácticas que atentan contra la dignidad de los operadores.
El reclamo señala directamente al gerente de la compañía a quien acusan de imponer jornadas extenuantes al volante de unidades en mal estado mecánico, bajo amenaza de despido para quienes se niegan a cumplir con sus disposiciones.

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Los choferes aseguran que, además, existen cobros ilegales para poder acceder a turnos menos pesados o vehículos nuevos, llegando a exigir hasta 5 mil pesos por estas “mordidas”.
En la acusación también se mencionan al subgerente, al supervisor y personal del área de Recursos Humanos, quienes presuntamente participan en estas prácticas.
De acuerdo con los trabajadores, además de retener bonos y retrasar pagos, los directivos mantienen un trato déspota hacia quienes intentan reclamar mejores condiciones.
Uno de los castigos más recurrentes para quienes protestan, basado en las quejas de los afectados, consiste en mantenerlos sin vehículo durante meses, lo que los obliga a permanecer en la base sin recibir salario. Esta medida impacta directamente en su economía familiar, generando incertidumbre y endeudamiento, dijeron operadores.

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Los inconformes agregaron que el ambiente laboral se encuentra marcado por favoritismos y relaciones sentimentales entre personal de confianza y empleados, lo que, afirman, convirtió al lugar en “una casa de amor” en lugar de un centro de trabajo serio y profesional.
A lo anterior se suman señalamientos sobre el presento desvió de combustible, la desaparición de piezas costosas de las unidades y el registro de los choferes con salario mínimo, lo que implicaría evasión fiscal, además de dejarlos sin acceso real a prestaciones y seguridad social.
De acuerdo con los agraviados, el gerente presume tener respaldo directo del propietario de la empresa, lo que habría permitido la continuidad de estas prácticas sin sanción alguna.