
Con su mezcla de fortalezas coloniales, ruinas mayas, playas tranquilas y una gastronomía que seduce desde el primer bocado, Campeche se posiciona como uno de los destinos más versátiles del sureste mexicano.
Ubicado en la Península de Yucatán, entre selvas tropicales y litoral costero, esta ciudad Patrimonio de la Humanidad ofrece experiencias memorables en cualquier época del año. Sin embargo, hay temporadas que destacan por sus condiciones climáticas y culturales.

El clima en Campeche es cálido todo el año, con temperaturas que oscilan entre los 18 °C y los 35 °C. Esto permite que el turismo se mantenga activo en cualquier mes, aunque los mejores momentos para visitarlo son entre noviembre y abril, cuando el ambiente es más fresco, la humedad baja y las lluvias escasas.
Esta temporada seca favorece los recorridos a pie por el Centro Histórico, las visitas a zonas arqueológicas como Edzná y Calakmul, y los paseos por la Reserva de la Biosfera de Calakmul, donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor.

Durante estos meses también se celebran eventos culturales como el Festival Internacional del Centro Histórico, y hay mayor disponibilidad de actividades al aire libre, sin el riesgo de interrupciones por tormentas tropicales. Además, el cielo despejado y la luz suave hacen que los colores de las casas coloniales, los baluartes y el Callejón de los Sapos luzcan aún más vibrantes.
Por el contrario, la temporada de lluvias, que va de junio a noviembre, representa una contraparte menos favorable para quienes buscan comodidad climática. Las precipitaciones son frecuentes, especialmente en agosto y septiembre, lo que puede limitar actividades turísticas, generar cierres temporales en rutas ecoturísticas y aumentar la sensación térmica por la humedad. También existe la posibilidad de tormentas tropicales o huracanes, lo que obliga a tomar precauciones adicionales.

Aun así, esta época tiene su propio encanto. Los paisajes selváticos se tornan más verdes, hay menor afluencia turística, y los precios suelen ser más accesibles. Para los amantes de la naturaleza, el verano ofrece experiencias únicas como la anidación de tortugas marinas en la costa, entre julio y septiembre.
Entre los principales atractivos turísticos destacan el Museo de la Arquitectura Maya, ubicado en el Fuerte de San Miguel; el Malecón de Campeche, ideal para caminatas al atardecer; y las zonas arqueológicas que permiten adentrarse en el legado de la civilización maya. La gastronomía campechana también es un punto fuerte: platos como el pulpo campechano, el pan de cazón y los tamales de pejelagarto son imperdibles.

En definitiva, Campeche es un destino que se adapta a todos los perfiles de viajero. Si se busca clima templado, festivales culturales y recorridos urbanos, el invierno y la primavera son ideales. Si se prefiere tranquilidad, contacto con la naturaleza y precios más bajos, el verano puede ser una opción viable, siempre que se viaje con información actualizada y medidas preventivas.