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Yucatán

Magna procesión del Cristo Negro ante cientos de fieles

IZAMAL, Yucatán, 18 de octubre.- “Viva Cristo Rey” fue la alabanza que se escuchaba entre un mar de feligreses que acompañaron al Cristo Negro de Sitilpech, en magna procesión que salió desde esta última localidad hasta la ciudad de Izamal, donde los devotos cantaban con mucha alegría y gozo demostrando su fe y devoción a dicha efigie.

Esta celebración inició a las 5 de la mañana con una misa oficiada por fray Mario Moo Chalé, quien pidió a los fieles que “no usemos la religión para subir escalones, debemos buscar a Dios primero por todo lo que es; hoy celebramos a Cristo, pero que cada quien busque a Dios por sus necesidades y la necesidad de todo el pueblo, debemos llenarnos del Espíritu Santo.

“Él nos da la oportunidad de celebrar este momento y hoy ya son tres años celebrando con ustedes esta bonita fiesta del Cristo de esta localidad. Somos hijos de Dios porque a través de Él nos dio el bautismo, y cuando tengamos que avanzar, que la amistad de cada uno permanezca entre nosotros demostrando amor como el de Cristo, y todo lo que hacemos es gracias a Dios quien es el que respalda todas nuestras acciones, permanezcamos junto al Señor, Él es quien nos protege y nos cuida en nuestro camino”.

Por ultimo dijo: “Hermanos, pidamos al Santo Cristo que nos cuide en esta procesión, que nos guarde de todo peligro mientras nos encaminamos a la ciudad de Izamal”.

Seguidamente, los custodios bajaron al Cristo y lo colocaron en un estuche de madera en forma de crucifijo, y entre cantos y aplausos la imagen fue cargada a hombros y llevada en procesión a la ciudad de Izamal caminando poco más de 5 kilómetros.

En la explanada del centro de esta comisaría, decenas de fieles esperaban a la imagen para encaminarse a la cabecera.

Durante la procesión las alabanzas no se detuvieron, fueron continuas y se escuchaban el gozo y la alegría de los fieles porque su imagen llegaba a la ciudad, mientras que los voladores retumbaron en el cielo anunciando la llegada del Cristo a la capilla de San Juan. Al llegar, la imagen fue sacada del estuche y colocada en el altar para su veneración. (David Collí)

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