La tradición de las ramadas, es decir, aquellos grupos de niños que salían a cantar y recrear el peregrinaje de San José y la Virgen María antes del nacimiento de Jesucristo, está casi en vías de extinción en los fraccionamientos del Norte y el Poniente de la ciudad.
Afortunadamente sí se conserva en algunas colonias populares como la Mercedes Barrera, la Melitón Salazar, la Azcorra, la Esperanza, Pacabtún y Lázaro Cárdenas, lo mismo que en algunas comunidades rurales, como en Caucel y en Ucú.
Las ramadas abarcan del 1 al 15 de diciembre, ya que a partir del 16 inician las posadas, que concluyen la noche del 23 de diciembre.
Durante las ramadas los niños recolectan algo de dinero para comprar dulces, bombitas y petardos que harán estallar el 24 y 31 de diciembre.
Canción de la ramada
“Me paro en la puerta, me quito el sombrero
porque en esta casa vive un caballero.
Vive un caballero, vive un general
y nos da permiso para comenzar.
Naranjas y limas, limas y limones
aquí está la Virgen de todas las flores.
En un jacalito de cal y de arena
nació Jesucristo para Nochebuena.
A la media noche un gallo cantó
y en su canto dijo: “Ya Cristo nació”.
Zacatito verde, lleno de rocío
el que no se tape se muere de frío.
Me da mi aguinaldo
si me lo va a dar,
la noche es muy fría
y tenemos que andar.
Señora Santana, ¿por qué llora ese niño?
Por una manzana que se le ha perdido
Dile que no llore, yo le daré dos
una para el niño y otra para Dios.
La calavera tiene un diente, tiene un diente,
y la muerte tiene dos.
Si nos dan nuestro aguinaldo, aguinaldo
lo pagarás con Dios.
Si la rama recibe dinero, los niños cantan:
Ya se va la rama muy agradecida
porque en esta casa fue bien recibida
Pasen buenas noches, así les deseamos,
pasen buenas noches, nosotros nos vamos.
En los hogares donde no se les abre la puerta o no les dan una moneda, los niños cantan:
Ya se va la rama muy desconsolada
porque en esta casa no le dieron nada.
(José Manrique)