Lorenzo Salas González
Formamos un equipo de más de 3 mil seguidores de MORENA y, como movimiento que es, está integrado por gente de todas las edades, simpatizantes desencantados de todos los partidos y provenientes de todos los estratos sociales y niveles de estudios. Una compañera del norte del país, Meilli Espinoza, aglutinó a más de diez mil seguidores de AMLO y realizó un exitoso trabajo en la radio del Movimiento.
Días después de anunciado el triunfo, buscamos fortalecer nuestras convicciones ante los mensajes mentirosos y provocadores que subían a las redes unos cuantos “peñabots” que siguieron en activo. Luego de un tiempo de tranquilidad, empezaron los inesperados descontentos entre los morenistas, que porque AMLO no estaba cumpliendo sus promesas. Por más que varios quisieron hacer ver que no ha tomado posesión sino hasta el 1 de diciembre, las exigencias continuaron. Y los que no reclamaban, se daban de baja del movimiento y de la red. Pero de todos ellos el que más escándalo hizo y con buenos resultados para su causa –cualquiera que sea– fue Gerardo Fernández Noroña, legislador por el Partido del Trabajo, no de MORENA, como machaconamente insisten en Televisa.
Honestamente, supusimos que al ser más maduro, Noroña –como le dicen– su actuación en el Congreso de la Unión sería de mesura, como lo fue en su primera intervención. Pero fue para darle confianza a Porfirio Muñoz Ledo, quien presidió la sesión inaugural. Después de varias escaramuzas verbales, expuso su petición: Que Peña Nieto no le pusiera la palabra “Informe” al acto que realizaría el domingo 2 de septiembre, pues según el artículo 69 de la Constitución, los informes “sólo se dan ante esta soberanía”, o sea, el Congreso.
El domingo 2, Noroña se presentó en Palacio Nacional y solicitó entrar como legislador que es, pero le negaron la entrada. En eso vio a Muñoz Ledo y a Martí Batres, a quienes les gritó traidores por haberse presentado al “Mensaje”, como si él no hubiera hecho lo mismo, aunque no lo dejaron entrar.
Pues este suceso se mencionó en las redes sociales… ¡culpando a López Obrador! Como hemos procurado que algunas personas acepten que vivimos en un país de leyes y creemos que las debemos de respetar, ya fuimos advertidos de que seríamos expulsados del equipo si continuamos defendiendo a los traidores. Para estos pocos, el triunfo de López Obrador es como una revolución que les permite estar por encima de las leyes, lo cual no compartimos. Si MORENA está cambiando al país con el cambio de las leyes, debemos de ser congruentes.
P. S: Hago llegar mis condolencias respetuosas a Mirna Buenfil, por el fallecimiento de su esposo, el camarada Roger Aguilar Salazar, así como a sus hijos y demás familiares, como sus hermanas Ligia y Aura Ema. Roger deja un vacío difícil de llenar en las filas de la oposición.