Familias de La Reja denuncian que ciudadanos irresponsables han convertido varias calles de esa colonia en un tiradero público desde hace meses, a grado tal que los desperdicios ocupan las aceras e impiden el paso de los transeúntes.
Efectivamente sobre las escarpas se pueden ver muebles de baño, llantas, colchones y todo tipo de desperdicios de alimentos e incluso animales muertos.
Cuando los niños salen de sus escuelas tienen que respirar fétidos olores, además de que caminan en la calle porque las banquetes saturan las banquetas.
El Ayuntamiento de Mérida no se ha preocupado por levantar los desperdicios, hasta ahora.
Las señoras María Teresa García Pérez y Marlene Chi denunciaron que este problema cada día se hace más grande, ante los oídos sordos de las autoridades municipales.
“Hace meses hubo un incendio en una casa y hubo personas que nos ayudaron a controlar la situación, limpiaron y pusieron en bolsas algunas cosas pero las dejaron en la esquina de la calle 63 x 116-A; sin embargo, los de la basura nunca se la llevaron y algunas gentes aprovecharon para también poco a poco ir dejando los montones de desechos; incluso, yo he visto que vienen hasta en camionetas y vacían colchones, muebles, tazas de baño, llantas; yo vivo en la calle 65 x 116 y también en todo el costado de mi propiedad llenaron de desechos”, dijo doña Marlene.
Un problema de meses
“Ya tiene meses esa basura, desde noviembre; tiran de todo; se empieza a llenar, vea cómo cubre las escarpas y con mis niños tenemos que caminar por las calles arriesgándonos que nos atropelle un carro; igual en mi casa, para que mis niños puedan ir a la tienda que está a la vuelta de mi casa tienen que bajarse a la carretera por los montones de basura; hemos hablado al Ayuntamiento pero lo primero que te dicen es que es parte de tu terreno y que tienes que cuidar pero evidentemente no vas a estar día y noche vigilando; yo que salgo de repente veo a una persona con su triciclo tirando basura y me paro y se hace tonto y se va; han venido a tirar como de una carnicería tripas, pellejos pero aprovechan hasta de dejar animales muertos, apesta feo”, agregó.
Poco a poco levanta la basura
La señora María Teresa, quien también ha sufrido las consecuencias pues tiene que bajar a un enfermo en silla de ruedas a la calle porque por la banqueta no se puede, dijo que cuando puede recoge de una o dos bolsitas con basura que deja la gente para pedirle a los trabajadores del camión recolector que se las lleven.
“Así me dejan bolsas llenas de basura pero sabe qué hago, (le platica doña Marlene), las levanto de a una o dos y se las entrego a los de la basura; la voy quitando poco a poco; hay papel de baño, desechos de casa, de todo, hasta colchones”.
“Normalmente cuando hay descacharrización la gente utiliza las esquinas para sacar su basura, pero se aprovechan cuando ya pasó ese programa para seguir dejándola; en mi casa mi esposo le pone cal a los montones porque apestan; no podemos abrir las ventanas”, señaló doña Marlene.
(Texto y fotos José Luis Díaz Pérez)