Roger Aguilar Cachón
Con el paso de los años, hemos sido testigos de la evolución que las revistas de comics han experimentado, no sólo en su formato, en su contenido, color sino también en la inclusión de nuevos héroes que han venido a ocupar importante lugar en la vida de las nuevas generaciones y en el público en general. Tal es la evolución hasta llegar a las Mangas japonesas que se leen de atrás hacia adelante.
De aquellas revistas de antaño que venían en color sepia, cuyos recuerdos se agolpan en mi mente, podemos mencionar entre otras a aquella en donde aparecía el héroe en turbante y que decía “serenidad y paciencia mi pequeño Solín”, llamado Kalimán, que hasta en los ya entrados años setenta se continuaba produciendo en el color mencionado con anterioridad y que ya para el año de 1977 estaba reducido en tamaño. Tal era el éxito de Kalimán que se transmitían sus historias en la radio. Aguila Solitaria, de la misma época, narraba la historia terrible de un piel roja criado entre las águilas y que buscaba la venganza. Lo mismo ocurrió con Lágrimas, Risas y Amor que en el año de 1972 se publicaba en sepia y en tamaño carta y posteriormente y a finales de esa década redujo su tamaño, aunque continuó con el color mencionado.
Las aventura que Yolanda Vargas Dulché reproducía en sus páginas de Lágrimas, Risas y Amor eran variadas, pero en donde el amor y los problemas para llegar a él era la meta. Podemos mencionar a Ladronzuela, Rarotonga, Yesenia, El pecado de Oyuki y un sinfín de historias que algunas de ellas llegaron a nuestros hogares convertidas en telenovelas. De la misma autora hay que decir que produjo una serie que evolucionó de sepia al color y me refiero a Memín Pinguín, niño morenito de clase popular que vivía en una vecindad de la Ciudad de México y quien bajo la tutela de su Malinda o Mamá Linda –su nombre era Doña Eufrosina-, trataba de ayudar a la economía de su edad, era un niño trabajador. Quien en unión de sus amigos Ernesto, Carlangas y otros que se me escapan de la mente protagonizaban historias que eran un reflejo de la sociedad de aquellos años.
En este mismo color sepia, salieron a luz pública otras publicaciones como las de José G. Cruz, entre las que podemos mencionar Juan Sin Miedo y Santo El Enmascarado de Plata, que salían al mercado los lunes el primero y los martes el segundo, siempre en los años setenta. Una se desarrollaba en el área rural y la otra en la ciudad, cada una contando historias en donde lo lectores se identificaban.
Siempre en esa época circulaba una revista que se desarrollaba también en el medio rural con charros y personas del campo, me refiero a El Payo, Un hombre contra el mundo, en este caso era a colores la revista. Otra, pero de índole futurista, fue Titanes Planetarios en donde se hacía gala de lucha intergaláctica, en donde las naves espaciales era lo que llamaba la atención así como los poderes de los protagonistas. De este tipo había las caricaturas de los Supersónicos.
Y ya que hablamos de los supers, podemos mencionar a los Supersabios, a los súper héroes, como el caso de las revistas de Superman, El Hombre de acero, o Batman, El Hombre Murciélago, también estaba El Capitán América, Aquaman, Linterna Verde, los Cuatro fantásticos, etc.
Aquellas revistas en donde se procuraba resaltar a aquellas personas que vivían en los cinturones de miseria pero que trataban de procurar una mejor vida a base de conjuros y brujería estaban Hermelinda Linda y Aniceto Verduzco, ambas tuvieron la fortuna de ser llevadas a la pantalla grande. Posiblemente las nuevas generaciones no tengan noticias de su existencia.
En el ámbito de lo romántico podemos mencionar una revista que tuvo éxito entre las niñas y adolescentes, me refiero a Susi, en color, donde el amor era el común denominador. Otras revistas que poco a poco fueron quedando en el olvido son Las Aventuras de Capulina que tuvo mucho éxito ya que en ese entonces se transmitía su programa en la televisión, hubo un formato pequeño que se conoció como Capulinita.
Revista con un sentido de crítica política por medio de personajes en donde se caricaturizaba a una sociedad de un pueblo determinado fue Los Supermachos y Los Agachados, de Rius, y que ahora se publica como dos coleccionables y que son un referente muy objetivo de cómo se veía la sociedad de aquellos años. Y que de manera casual no ha cambiado en nada. No hay que olvidar a sus protagonistas Calzontzin, doña M, don Próculo, entre otros.
En cuanto a revistas destinadas a los niños podemos mencionar Disneylandia, en donde sus personajes Rico Mac Pato, el pato Donald, sus sobrinos, la novia de éste Daysi, la Abuela, Pánfilo -el ganso- Los Chicos Malos, Maléfica quien siempre iba buscando la manera de apropiarse de la moneda del tío Rico y demás personajes hacían que los niños se divirtieran sanamente. Otras caricaturas eran la de La Zorra y el Cuervo, Tom y Jerry, entre otras. Otra revista que debemos mencionar es Archie.
Podríamos seguir mencionando muchas más revistas, pero para muestra un botón y esperando que ustedes, mis caros y caras lectoras se acuerden de algunos de ellos.