Pilar Faller Menéndez
La gran mayoría de los mexicanos hemos jugado alguna vez la lotería, pero seguramente pocos nos hemos preguntado sobre el origen de las figuras que aparecen en las cartillas de este juego, que se ha empezado a retomar por parte de los adultos, quienes por lo general, dedican una noche a la semana para reunirse y jugarla.
¿Cómo surgieron los personajes de las cartillas? Se dice que este juego se remonta alrededor del siglo XV en la Italia medieval, y se le conocía como lotto. Consistía en sacar 5 números de un total de 90 que conformaban parte del juego. Cada uno de los números estaba asociado con una imagen y se tenía la creencia de que cuando se soñaba con alguna de estas figuras, debía de jugar el número correspondiente.
Este juego se extendió a otros países de Europa, como España, donde fue muy popular. Esta fue una de las herencias que nos dejó la Colonia. En México se introdujo en el siglo XVIII. Cabe recalcar que en un principio este juego solamente lo jugaban las clases sociales acomodadas, pero durante el movimiento de Independencia, los soldados la jugaban para distraerse durante la guerra. Al regresar a sus casas, la lotería se hizo popular y se extendió por todo México.
Las figuras de este juego se han ido adaptando a personajes que representaban las costumbres de los mexicanos y su sociedad, y eran diferentes a las que actualmente conocemos. Las imágenes que conocemos actualmente fueron idea del empresario francés Clemente Jaques, por lo cual en 1887 imprimió su versión de la lotería en 1887, motivo por el cual esta versión se hizo tan popular que no hay mexicano que no piense en la imagen de “el valiente”, “la dama”, “el borracho” o “la palma”.
Hay otras versiones de lotería como es la campechana que utiliza otras imágenes y algunas otras que utilizan imágenes de animales. Este fue un juego muy popular de niños y adultos que por lo general ponían una moneda cada vez que se “cantaban” las cartas, y aquel que formara la figura o llenara su cartilla, según lo acordado, se llevaba el dinero.
Ciertamente, las nuevas generaciones no están familiarizadas con este pasatiempo, pero como se ha comentado al principio, se está retomando el reunirse específicamente para jugar este juego por lo que todavía se mantiene la tradición, que valdría la pena transmitirla por los años que ha perdurado y ha pasado a formar parte de nuestra cultura y tradición.
Es necesario retomar, en la medida que nos sea posible, aquellos juegos que alguna vez jugamos en nuestra niñez, que los niños actualmente desconocen, y que podrían servir para salir del mundo virtual en el que se encuentran sumergidos, para poder hacer a un lado las computadoras, y salir a jugar fuera de sus casas aquellos juegos que practicábamos antes de la era cibernética.